Diferentes maneras de hacer política
Con apenas una hora de diferencia, ayer se constituyeron las Juntas Generales de Bizkaia y Gipuzkoa. En la cámara guipuzcoana, la apoderada de Bildu Lohitzune Txarola asumió la presidencia, siguiendo la lógica de los resultados electorales, y junto a ella ocuparán la Mesa cargos electos de las otras cuatro formaciones que obtuvieron representación el 22-M: PNV, PSE, PP y Aralar, en este orden. En Bizkaia, por contra, la jeltzale Ana Madariaga estará acompañada por dos compañeros de su partido, mientras PP y PSE aportarán un representante cada uno. De esta forma, Bildu, segunda fuerza en este herrialde, queda apartada del órgano de gobierno de las Juntas.
Lo ocurrido es reflejo de dos diferentes formas de hacer política. En ambos casos existe una opción claramente mayoritaria, PNV en Bizkaia y Bildu en Gipuzkoa. Pero mientras la coalición abertzale y de izquierdas sólo presentó su candidatura a la presidencia y cedió parte de sus votos a Aralar para que todas las opciones estuvieran representadas, tal como había sido acordado entre los grupos, en Bizkaia los jeltzales decidieron presentar candidatos también para las vicepresidencias y las secretarías y, por supuesto, votarles, aun sabiendo que PP y PSE se iban a apoyar mutuamente dejando sin ninguna oportunidad a Bildu. Ambas opciones son lícitas, pero también reveladoras del modo en que unos y otros entienden el funcionamiento de las instituciones. Madariaga inicia su mandato permitiendo que a 122.000 vizcainos se les haga de menos por haber votado a una opción determinada.
Asimismo, la actitud del PNV puede indicar el modo en que pretende gobernar en Bizkaia. Los jeltzales necesitan los votos de otro grupo para obtener mayorías suficientes, e impedir que uno de ellos ocupe el lugar que le corresponde no parece lógico si se pretende lograr su apoyo. Al contrario, quizá algún partido que estos días clama contra un supuesto acuerdo Bildu-PNV sea finalmente el principal sostén de José Luis Bilbao.