Tras el 22-M
PSE y PNV siguen a la greña mientras PSOE y PP les piden el último esfuerzo
PSE y PNV siguen echándose los trastos a la cabeza tras la constitución de los ayuntamientos. Ayer fue el lehendakari, Patxi López, quien insistió en que hay un acuerdo de los jeltzales con Bildu. El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, respondió que el PSE pretende ocultar sus malos resultados. Pero desde Madrid les piden un último esfuerzo contra Bildu.
GARA | GASTEIZ
Mientras PSE y PNV no sólo no rebajan el tono de su intercambio de reproches -ahora son sus máximos dirigentes los que entran en el cuerpo a cuerpo-, desde Madrid tanto el PSOE como el PP les dicen que todavía hay tiempo antes de la elección de los diputados generales para que hagan un último ejercicio de «responsabilidad» y cierren el paso de Bildu a la Diputación de Gipuzkoa.
El lehendakari y secretario general del PSE, Patxi López, acusó al PNV de haber formado con Bildu un «frente anti-PSE» para echarles de los ayuntamientos. Pero insistió en que ahora los jeltzales no les pidan «responsabilidad» en la Diputación de Gipuzkoa como «elemento institucional fundamental» pues, en su opinión, el poder de los ayuntamientos, entre ellos el de Donostia, «es mucho más problemático» para determinados proyectos.
Pese a las palabras de Patxi López, e incluso otras mucho más duras de la candidata guipuzcoana, Rafaela Romero, el PSOE sigue diciendo públicamente que le gustaría que las relaciones se pudieran reconducir entre PSE y PNV para evitar que Bildu gobierne Gipuzkoa.
Si la semana pasada fue el vicepresidente y ya candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien pidió a los partidos «sentido común» para que «no gobierne quien no debe gobernar», ayer fue el turno del secretario de Organización, Marcelino Iglesias.
Preguntado en rueda de prensa por las palabras de Patxi López, Iglesias dijo desconocer esas declaraciones pero, en cualquier caso, aclaró que la decisión del PSOE coincidirá con la del PSE. No obstante, añadió que los pactos para las diputaciones «todavía están muy verdes» y que la opinión del partido es «hacer todo lo posible» para que «los que se han incorporado a la democracia y renunciado a defender la violencia tan recientemente» tengan «un tiempo de prueba». «Los demócratas tenemos que ser exigentes», concluyó.
También el PP ha reclamado a PSE y PNV que actúen «con responsabilidad» en la constitución de las diputaciones forales, lo que quiere decir que se alíen contra Bildu en Gipuzkoa. La secretaria general del PP y presidenta electa de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal les advirtió que, si no lo hacen, «tendrán que asumir su responsabilidad»
En el PSE mantienen la posición de que las presiones que les lleguen desde Madrid no les van a hacer cambiar de idea y que la decisión de no apoyar a Markel Olano es firme. Ya lo era antes del sábado y ahora lo es más, tras haber visto que el PNV apoyó a Bildu para desalojarles de la Alcaldía de Lasarte-Oria.
«Disimular sus resultados»
El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, replicó ayer que lo que el PSE pretende con sus acusaciones es «disimular los resultados» que ha tenido el pacto PSE-PP, porque decían que iban a extenderlo a todas las instituciones. «El país es el que es» y PSE y PP apenas suman el 30% de los votantes, recordó Urkullu, quien señaló que durante diez años la representación institucional ha estado «trucada» por las ilegalizaciones. No obstante, dijo no querer «tensionar» la relación entre partidos, pese a aguantar «carros y carretas de todo tipo de interpretaciones, de insidias, de todo tipo de mentiras, de injurias, incluso, en relación al PNV».
Comentó también que no le gustó que los ediles del PNV votarán a Bildu en Lasarte contraviniendo la decisión de presentar candidato y votarse a sí mismo en todas las localidades.
En otros puntos, como Andoain y Soraluze tampoco presentaron candidato y votaron en blanco para evitar apoyos «extraños» contra Bildu. En Errenteria, según ha sabido este diario, la candidata a la Alcaldía y la mayoría de la Junta Municipal del PNV anunciaron al partido que dimitirían de inmediato si se les obligaba a presentarse y resultaba elegida con los votos de PSOE y PP.
El presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, anunció ayer que su formación presentará de inmediato mociones en los ayuntamientos en los que está presente instando a «condenar los 857 asesinatos cometidos por ETA» para que «todo el mundo se retrate» y que «todo el mundo tenga que decir oficialmente si condena o no condena todos y cada uno de los atentados cometidos por ETA».
La decisión pretende incomodar a Bildu, que, sin embargo, tiene una salida fácil en el decálogo ético que han suscrito cada uno de sus alcaldes y concejales.
Y mientras el PP usará los ayuntamientos para sus mociones, UPyD, como no sacó un sólo concejal en Euskal Herria, tiene que recurrir a que su parlamentario en Gasteiz, Gorka Maneiro, haga comunicados. En el de ayer, exigió al Gobierno español que «haga cumplir la Ley y obligue a los ayuntamientos de Bildu a colocar la bandera española». «La bandera es uno de los símbolos del orden constitucional» y cuando desaparece de una institución «significa que en ese territorio no se respetará la Constitución ni los derechos que ésta proclama». GARA