Cláxones. Fuegos Artificiales. Cientos de voces clamando al unísono «¡Biji serok Apo!, (Viva nuestro jefe Oçalan). Euforia desatada en las calles de Diyarbakir. Como si del Newroz se tratara, la fiesta multitudinaria con la que los kurdos celebran la llegada de la primavera, miles de personas se echaron a la calle de la capital histórica de Kurdistán Norte para festejar los excelentes resultados electorales.

A medida que avanzaba el recuento de votos y se confirmaba el éxito electoral del nacionalismo kurdo, la muchedumbre comenzaba a agolparse en los alrededores de la sede central del Partido Paz y Democracia (BDP), ubicada en el barrio de Baglar. En la entrada del edificio, banderas con el rostro de Abullah Oçalan y con el emblema del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ondeaban a todo trapo, mientras un helicóptero del Ejército turco trataba de intimidar a los asistentes sobrevolando a baja altura.

En el interior, los candidatos independientes del bloque Trabajo, Democracia y Libertad, estrategia del BDP para sortear la barrera electoral del 10%, se mantenían pegados a la pantalla del televisor y observaban atentamente la distribución del pastel parlamentario. Minutos más tarde, y con el 99,8% escrutado, el éxito electoral se confirmaba: 36 diputados en el Parlamento de Ankara.

Los 36 escaños conseguidos en la Gran Asamblea Nacional de Turquía suponen un gran salto cuantitativo para el nacionalismo kurdo, si tenemos en cuenta que en los comicios generales de 2007 el ahora ilegalizado Partido de la Sociedad Democrática (DTP) obtuvo 20 parlamentarios. Hay que destacar que 6 de los 36 candidatos elegidos permanecen en prisión preventiva acusados de propaganda en favor del PKK. Hatip Dicle, Selma Irmak, Faysal Sariyildiz, Gülseren Yildirim, Ibrahim Ayhan y Kemal Aktas están a la espera de saber si su elección les otorgará inmunidad parlamentaria durante los próximos cuatro años de mandato.

A medida que la noticia se propagaba por todos rincones de la sede del BDP, los abrazos y felicitaciones se sucedían. Excepto el encarcelado Hatip Dicle, cinco de los seis candidatos elegidos en la circunscripción de Diyarbakir; Leyla Zana, Nurselin Aydogan, Emine Ayna, Serafettin Elçi y Altan Tan no paraban de apretar manos, repartir besos y recibir enhorabuenas.

Los resultados significan un vuelco electoral en la ciudad bañada por el Tigris, ya que en los anteriores comicios el gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP), del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, consiguió seis diputados y el BDP cuatro. Ahora las tornas han cambiado y el BDP ha sido la fuerza más votada con seis diputados y el AKP ha visto reducido el número de diputados a cuatro. Claro síntoma de que el electorado kurdo ha castigado a Erdogan por incumplir sus prome- sas de que intentaría resolver el conflicto kurdo y de traer prosperidad económica a la zona.

Reforzado políticamente

El BDP, que había planteado las elecciones como un plebiscito sobre el Plan de Autonomía Democrática para el Kurdistán, sale muy reforzado tras los comicios. El AKP, que ha conseguido el 49,8% de los votos y 326 escaños en el Parlamento de Ankara, deberá buscar apoyos para poder reformar la constitución, ya que necesitan dos tercios de los votos para sacar adelante las reformas. El kemalista CHP ha obtenido un total de 135 diputados y los panturcos del MHP 53, unos resultados muy discretos. Ambas formaciones no han obtenido representación en los enclaves kurdos.

En declaraciones a GARA, el diputado Altan Tan mostraba su alegría. «Como ya pronosticábamos, hemos obtenido unos excelentes resultados. Sin duda, es un éxito para el nacionalismo kurdo. La voz clara y contundente de todo el pueblo kurdo que pide una Autonomía Democrática debe ser escuchada». Al mismo tiempo, el diputado, elegido en el bastión kurdo de Diyarbakir Sur, advertía al primer ministro, reelegido por tercera vez consecutiva, de que «el resultado de las elecciones muestra que Erdogan no puede hacer nada sin nosotros. Debe sentarse a conversar y juntos elaborar una nueva constitución».

Aunque la gran mayoría de los 2.860.050 millones de votos que han conseguido los candidatos independientes del BDP se han cosechado en el Kurdistán, la metrópolis de Estambul, donde viven más de un millón de kurdos, también ha contribuido al éxito electoral aportando ni más ni menos que tres diputados al parlamento de Ankara.

«Antes, que se disculpe»

Desde la ciudad kurda de Hakkari, el recién elegido diputado y líder del BDP, Selahattin Demirtas, recordaba a Erdogan las palabras que éste espetó a los comerciantes de la ciudad por haber cerrado los comercios como señal de protesta durante su visita y le exigía disculpas: «el pueblo de Hakkari está esperando una disculpa del primer ministro. quien llamó a los ciudadanos de Hakkari cobardes». Demirtas agregó que «Hakkari está escribiendo su propia historia. Ha echado a los fascistas de esta ciudad. Mi agradecimiento infinito», señaló, en referencia a que han conseguido hacerse con los tres diputados que había en juego en la ciudad y el AKP se ha ido de vacío.

La jornada electoral a bien seguro que fue seguida con gran expectación en la isla-prisión de Imrali, donde permanece encarcelado el líder del PKK, Abdullah Oçalan. El líder kurdo ha fijado el 15 de junio como fecha límite para que el Gobierno elegido adopte una postura definitiva y explique cómo piensa resolver el conflicto kurdo. La jornada electoral acabó con el lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de la Policía turca para dispersar a los miles de seguidores que se encontraban ocupando las calles cercanas a la sede del BDP. Algunos de los políticos del partido pro kurdo que estaban celebrando los resultados con la multitud desde lo alto de un autobús tuvieron que ser atendidos por inhalación del humo. A pesar de todo, los altercados no empañaron la alegría con las que los ciudadanos kurdos se fueron a sus casas tras cosechar unos resultados electorales históricos.