La tensión entre China y Vietnam parece recrudecerse por días. Hanoi llevó ayer a cabo maniobras navales con munición real en la zona del Mar de China Meriodional disputada por ambas naciones. Las maniobras se efectuaron en dos fases, una diurna y otra nocturna, de unas nueve horas cada una. A su vez, Vietnam emitió una nueva acusación contra Pekín a través de su diario Ejército Popular, en el que reiteraban su «indiscutible soberanía» sobre la zona marítima situada a unos 300 kilómetros de su costa y culpaba a China de intentar inestabilizar la región con «actos de provocación».

La prensa china, por su parte, denunció que esas maniobras son una demostración de la fuerza que ese país está dispuesto a utilizar para desafiar a Pekín.

Vietnam ya anunció la semana pasada que iba a realizar esas maniobras; lo hizo un día después de un nuevo intercambio de acusaciones entre los dos países. Se dá el caso de que Hanoi culpó a un pesquero chino de cortar los cables de sondeo arrojados al mar por un buque vietnamita, igual que lo hizo en un caso similar el pasado mayo. Sin embargo, Pekín asegura que Vietnam envía navíos militares a esa zona disputada con la finalidad de expulsar a los barcos de procedencia china.

Las acusaciones mutuas parecen subir de tono día tras día, mientras las desavenencias llegan hasta las calles. El sábado se manifestaron en Hanoi cerca de un centenar de personas condenando las acciones de China y exigiendo la retirada de navíos de las aguas consideradas de la posesión de Vietnam.

Preocupación en la ASEAN

La cuestión es que, a pesar de que en 2002 China firmó un código de conducta promovido por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) mediante la cual se comprometía a emplear medios diplomáticos ante cualquier disputa, Hanoi lo acusa de utilizar la instigación como modo de presión.

Los miembros de esa organización observan con preocupación esa situación; el primer ministro vietnamita, Nguyen Tan Dung, reclama la soberanía sobre las islas Paracel y Spratly, situadas en el Mar de China Meridional. No obstante, son varias las naciones que los reclaman total o parcialmente, China, Brunei, Filipinas, Malasia o Taiwán, entre otros.

Estados Unidos ha solido advertir de lo delicado de la situación, ya que el posible bloqueo marítimo de esa zona tras estas disputas puede causar un impacto negativo en el comercio no sólo de esas regiones, sino también en la economía mundial.