CCOO-Euskadi se concentró ayer ante la sede de Mutualia en Bilbo exigiendo a las mutuas, en general, que cesen los recursos judiciales que obstaculizan la decisiones de la Seguridad Social. Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral, criticó el recurso «cada vez más creciente de las mutuas», de acudir a la vía judicial para cuestionar todas las decisiones de la Seguridad Social en materia de enfermedades profesionales y reclamó que «el control de las mutuas se realice de forma tripartita, donde los sindicatos tengan también la posibilidad de gestionar esas entidades».

«Nos parece inaceptable que estas entidades que se denominan entidades colaboradoras de la Seguridad Social recurran las propias decisiones de enfermedad profesional de la Seguridad Social obligando al enfermo al proceso judicial y a tener que recurrir a abogados y a peritos médicos. Es inadmisible», apuntó el sindicalista.

Uzkudun añadió que si las mutuas emplean esta estrategia para hacer desistir a los trabajadores de reclamar lo que les corresponde, «van a tener mucho trabajo, porque no vamos a parar en la denuncia para que se visualicen las enfermedades».

CCOO denunció «el drama que tienen que sufrir los trabajadores, que además de a la enfermedad, deben enfrentarse a recursos, juicios, peritajes, pérdidas de prestaciones, entre otros abusos que ejercen».

Jesús Uzkudun también considera que es «inaceptable» que estas entidades «estén gestionadas sólo por las organizaciones empresariales y que, en breve, el presidente de Confebask sea el gerente de Mutualia, Miguel Ángel Lujua. Es ahí donde los intereses de la patronal frente a la protección social van a ser sangrantes y no podemos permanecer impasibles. Es hora de responder con la movilización y cambiando la dirección de las mutuas», según preciso.

El responsable de Salud Laboral de CCOO entiende que es necesaria que haya una gestión tripartita en la mutuas. «Nos podría valer el modelo alemán, es decir que el responsable de las mutuas sea elegido entre los sindicatos y las organizaciones sociales. De lo contrario, ocurre lo que nos está pasando, que los trabajadores sólo somos elementos de usar y tirar».

El responsable sindical ofreció algunos datos directos de esta situación aunque, en realidad, son muchas las demandas de las mutuas contra decisiones de la Seguridad Social reconociendo enfermedades o daños derivados del trabajo.

Ejemplos claros

Así, puso el ejemplo de músicos profesionales de orquestas, etc, que «la Seguridad Social les ha reconocido las hipoacusias, pero las mutuas han recurrido la indemnización por daño o la enfermedad profesional». También está ocurriendo entre los trastornos musculoesqueléticos. «Tenemos un juicio por cáncer en Petronor. Fue reconocida la enfermedad profesional debido a hidrocarburos aromáticos de esa planta, pero la mutua recurrió la decisión. No tenemos oncólogos para pagarles para que realicen informes que contrapongan a los que presentan las mutuas con el dinero de la Seguridad Social. Ese es el drama», precisó.

Uzkudun recordó que las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales cerraron 2010 con un superávit cercano a los 5.000 millones. Situaciones de esas son posibles porque se traslada a la sanidad pública el coste que deberían hacer frente las mutuas. De hecho, un estudio de Osalan reconoce que las dolencias profesionales cuestan a Osakidetza 106 millones de euros anuales, el 3,3% del gasto sanitario.