«Un cuento chino» viene de triunfar en los cines argentinos
Rara es la película protagonizada por Ricardo Darín que no agrade al público argentino, en el convencimiento de no sentirse nunca defraudados por tan infalible actor. Aquí hace una de sus mejores creaciones, como un tipo asocial pero solidario en el fondo.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
En su tercer largometraje, Sebastián Borensztein ha dado por fin en la diana, consagrándose dentro del cine argentino. Empezó en televisión, donde realizó un documental de homenaje a su padre, el recordado cómico Tato Bores. En el 2005, debutó en el cine con la comedia «La suerte está echada», que no hacía augurar un futuro tan prometedor. Menos aún después de que su segundo largometraje, «Sin memoria», realizado en México, haya quedado en el limbo pendiente de estreno.
La clave del éxito ha estado en dar con un buen guión, y la idea de «Un cuento chino» se le ocurrió leyendo noticias increíbles en la prensa, concretamente la de una vaca que cayó desde el cielo hundiendo una embarcación, ya que había sido arrojada desde un avión ruso después de ser robada. De esta forma, Borensztein traza un original discurso sobre el azar, y sobre cómo el destino puede unir a personas de culturas diferentes y alejadas entre si.
La gracia de «Un cuento chino» reside en que reúne a dos personas que no tienen nada en común y que finalmente tendrán que aceptar el destino que les ha hecho coincidir de manera extraordinaria. Ricardo Darín da vida a un malhumorado ferretero, sumido en la rutina de su trabajo. De carácter huraño, es un tipo misántropo y solitario que huye de los demás. Todo cambia por pura casualidad, cuando presencia un acto de racismo contra un emigrante chino, cometido por un taxista porteño sin escrúpulos. Se aprovecha del extranjero que no habla ni una palabra de castellano, robándole y dejándole tirado en medio de la calle.
En principio, el ferretero le socorre con la idea de realizar un simple primer auxilio, pero la cosa se complica porque el indocumentado ha perdido la dirección de su contacto familiar y, además, resulta que no conoce a nadie más en Buenos Aires. Comienza así un largo periplo por embajadas, comisarías y centros de acogida sin éxito. Por más que el nativo intenta encontrar una solución para la eventual víctima, no hay ninguna y se les cierran todas las puertas. Aunque no es su intención, el protagonista no tendrá otro remedio que acabar acogiéndo a la fuerza.
Si bien es cierto que la historia tiene un trasfondo muy dramático, la confusión idiomática llevará a la pareja a situaciones cómicas, a la vez que va surgiendo en el personaje de Ricardo Darín un sentimiento solidario que permanecía escondido.
«Un cuento chino» es una tragicomedia costumbrista que muestra lo peor y lo mejor de las personas, demostrando que hasta los seres en teoría más opuestos pueden llegar a encontrar puntos en común, a nada que la casualidad les haga coincidir en un momento dado de sus vidas.
Título original:
«Something Borrowed».
Dirección: Luke Greenfield.
Guión: Jennie Snyder Urman, sobre una novela de Emily Giffin.
Intérpretes: Ginnifer Goodwin, Kate Hudson, John Krasinski, Colin Egglesfield, Steve Howey.
País: EEUU, 2011.
Duración: 103 m.
Dirección:
Sebastián Borensztein.
Intérpretes: Ricardo Darín, Huang Hung-Sheng, Muriel Santa Ana.
País: Argentina, 2010.
Duración: 93 m.