El hijo de Gadafi plantea la celebración de elecciones bajo supervisión internacional
El hijo de Muamar al-Gadafi ha asegurado que el líder libio podría aceptar la celebración de elecciones bajo la supervisión internacional para poner fin a la guerra en Libia, ya que el régimen anterior a su inicio está «muerto y enterrado». La propuesta ya ha sido rechazada por EEUU.
GARA |
Saif al-Islam, hijo del líder libio, Muamar al-Gadafi, ha afirmado estar dispuesto a celebrar elecciones en un plazo de unos tres meses, como máximo a finales de año, bajo la supervisión de observadores internacionales para terminar con la guerra en Libia, un ofrecimiento matizado horas después por el primer ministro, Baghdadi Ali al-Mahmudi,quien descartó por el momento la celebración de comi- cios al señalar que «el líder de la revolución no se plantea ningún referéndum».
En una entrevista publicada ayer por el diario italiano «Il Corriere della Sera», Saif al-Islam, se mostró, además, convencido de que los gadafistas vencerían en las urnas, aunque señaló que respetarían el resultado contrario.
Respecto a los eventuales observadores internacionales, citó a la Unión Europea, la Unión Africana, la ONU e, incluso, la OTAN. «Lo importante es que el escrutinio sea limpio y no haya sospecha de fraude», dijo.
Al-Islam, que acusa al rebelde CNT de ser «marioneta» del Gobierno francés, indicó que previamente a las elecciones habrá que elaborar una nueva Constitución y establecer «un sistema de medios de comunicación completamente libre».
Sin vuelta atrás
En cualquier caso, subrayó que «no se podrá volver atrás», porque el régimen de su padre tal y como se ha desarrollado desde 1969 «está muerto y enterrado».
Sin embargo, Washington se apresuró a rechazar la propuesta electoral al advertir de que «es un poco tarde para eso» y reiteró que «es momento de que Gadafi se vaya».
Al-Mahmudi, por su parte, subrayó que cualquier iniciativa de diálogo entre el régimen y los rebeldes libios no puede incluir la cuestión de la salida del poder de Gadafi, que representa una «línea roja infranqueable». Así se lo dijo an enviado del Kremlin para África, Mijail Marguelov, quien señaló que el primer ministro libio le confirmó que las autoridades libias y los rebeldes se se reunieron el miércoles en París.
La OTAN, que en las últimas horas ha lanzado 44 bombardeos sobre territorio Libio, afirmó ayer que con su intervención «ha evitado una masacre» en el país y dijo que va a «mantener la presión militar, conforme a nuestro mandato» sobre el régimen libio para «preparar el terreno a una rápida solución política».
Coincidiendo con la visita de su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, a Madrid, el Gobierno español expulsó al embajador libio y a tres funcionarios. Rasmussen volvió a insistir en que el tiempo de Gadafi «ha pasado» y debe irse.
En una declaración conjunta, Moscú y Beijing acusaron ayer a la OTAN de interpretar de forma «arbitraria» la resolución del Consejo de Seguridad y pidieron a los países que toman parte en la misión militar en Libia que no vayan más allá de lo que establece el mandato. Reiteraron su oposición a las injerencias extranjeras en los asuntos internos de los países árabes.