Un guión de cine negro, con reuniones sin anunciar, asambleas extraordinarias, ceses y propuestas de cese; un guión de cine de aventuras, con giro final con la entrada de un potente patrocinador. La Liga ACB, que debido a sus problemas internos y las dificultades económicas de varios de sus clubes, parecía apunto de naufragar, puede ver un final feliz tras la batalla, sobre todo tras el anuncio de entrada de Endesa como patrocinador de la liga.

Mucho queda por limar, y muchas son las decisiones que hay que tomar para revitalizar un achacoso como es la ACB, que vive estas horas entre el pánico, el susto y la tranquilidad.

Una diario económico hacía llegar el inesperado golpe de efecto después de dos meses de pelea entre Eduardo Portela y los principales conjuntos de la ACB. Según la noticia, «Endesa negocia un contrato de entre 4,5 y 5,5 millones al año por cuatro temporadas, ampliable a seis. Sería un hito en los 30 años de historia del torneo, que cambiaría su nombre a Liga Endesa».

Esta noticia se debería confirmar en la Asamblea General Extraordinaria convocada por la propia liga para el próximo miércoles día 22. Según la nota de prensa hecha pública ayer, en principio, «se ha procedido formalmente a la modificación estatutaria de cesión de ciertas competencias ejecutivas del Presidente. En ella, por deseo expreso de la totalidad de clubes integrantes de la ACB, se ha legitimado a la Asamblea General como la representación gestora de los intereses sociales, deportivos y económicos de la entidad», lo que supone el cese tácito de Eduardo Portela.

Asimismo, la Asamblea General Extraordinaria ha elegido a la Comisión Delegada de la ACB, que estará formada por Real Madrid, Barcelona, Saski Baskonia, Baloncesto Málaga, Baloncesto Fuenlabrada, Valencia Basket, CBD Bilbao Berri, CB Valladolid, CDB Sevilla y San Sebastián Gipuzkoa Basket.

En esa reunión, que se celebrará el miércoles a partir de las 11.00, se debatirán, entre otras cosas, «el estado de negociación con nuevos patrocinadores, el calendario de la temporada 2011/12, el nuevo marco de contratación de jugadores o el sistema de control económico de los clubes y SADS».

Momentos de zozobra

Pero antes de la entente llegaba la zozobra. Las alarmas saltaban hace un par de meses cuando, un año después de haber sido reelegido de forma unánime por todos los clubes de la ACB, éstos -12 de los 18 clubes de la ACB, entre ellos los conjuntos con plaza fija en la Euroliga, amén de los tres representantes vascos- conminaban al presidente de la asociación, Eduardo Portela, a rendir cuentas por su gestión. La primera consecuencia fue la dimisión del director general Josep Senespleda -que se llevó una bonificación de 500.000 euros por ello- y la petición formal de dimisión del propio Portela por parte de los 12 clubes, aparte de la petición de «una nueva reunión en la que se estudiará el dictamen solicitado sobre la viabilidad de la organización de la liga».

Después de la tormenta del 6 de mayo, comenzó a llegar la calma. Los 6 clubes restantes, con el Joventut de Badalona a la cabeza, lograron consensuar un nuevo texto el pasado 26 de mayo. En él, los clubes acordaron elaborar un estudio sobre la situación patrimonial de la ACB; el nuevo marco de elegibilidad de jugadores; negociar el diseño de un nuevo modelo de gestión de los derechos televisivos y buscar nuevas fórmulas de patrocinio y, al final, modificar los Estatutos de la ACB, para que el presidente no tuviera facultades ejecutivas, e incorporasen la figura del consejero delegado.

Con los objetivos cumplidos y la entrada de Endesa, el futuro se empieza a aclarar.