El comisario justifica la carga del 6 de julio porque la ikurriña era «grande»
Varios agentes de la Policía Municipal testificaron en el primer juicio por los incidentes del chupinazo de sanfermines del pasado año. A pesar de la brutalidad de las imágenes que se han hecho públicas, el mando del operativo justifica la operación como proporcionada. Inquirido sobre por qué intentaron censurar una bandera «constitucional», como la ikurriña, el comisario afirmó que fue porque era «grande».
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Tres menores fueron juzgados ayer en Iruñea por los incidentes del chupinazo del año pasado, cuando la Policía Municipal entró y cargó contra la muchedumbre que se agolpaba en la plaza del Ayuntamiento, para apoderarse de una ikurriña. El comisario que comandaba el operativo, aseguró que no había ningún motivo político, que ni siquiera sabían que se trataba de una ikurriña, y que decidieron emprender una acción así porque se trataba de una bandera de grandes dimensiones. El mando policial justificó su actuación, porque, según él, una enseña grande supone un «peligro» para los que acuden a la plaza.
Los tres menores se enfrentan a delitos de desórdenes públicos y atentado, por lo que les piden penas de 18 meses de libertad vigilada. Además, el fiscal solicita que indemnicen de forma solidaria a los seis agentes que resultaron heridos durante los incidentes. No obstante, según ha podido saber este periódico, el juicio no llevó el guión que ellos esperaban. La defensa de los menores no entró en una guerra de imágenes, a pesar de que existe abundante material, tanto gráfico como en vídeo, en el que se muestra la brutalidad con la que se emplean los agentes para arrebatar una ikurriña, en la que se llegan a emplear porras extensibles metálicas, un arma que no consta en el equipamiento.
De esta forma, los abogados sacrificaron la carta para pedir la anulación de la única prueba de cargo con la que contaba la acusación, ya que se trata de un vídeo manipulado. «Se trata de un montaje que ha sido elaborado durante varios meses por la Policía con su propio criterio y no han aportado los vídeos originales», explicó la abogada Arantxa Izurdiaga. Esto, añadido a que ningún agente pudo identificar a los menores, desinfla la acusación. Pese a todo, uno de los tres menores admitió haber respondido a la agresión lanzando una botella. Por otra parte, Izurdiaga alegó que el delito de atentado no puede aplicarse cuando existe «extralimitación» en la Policía y, además, que exhibir una ikurriña, una enseña legal y constitucional, no constituye ningún desorden.
El comisario al mando del operativo dijo que la actuación fue «proporcionada y adecuada», que utilizaron la violencia sólo para defenderse y que ningún policía lanzó un puñetazo. Aseguró no saber que se trataba de la ikurriña y que solo sabía que era una bandera «grande». El agente argumentó que la exhibición de una bandera grande supone un peligro público. Sin embargo, una reciente sentencia del Tribunal Administrativo de Nafarroa, referente al chupinazo de 2007, desbarata la tesis de que una bandera, por grande que sea, suponga un peligro durante el chupinazo.
Está previsto que la sentencia por este juicio se haga pública en breve. Ahora bien, cabe la posibilidad de que el tribunal no entre a calificar la actuación policial.
La izquierda abertzale remitió una nota de prensa ayer en la que solicita la absolución de los tres menores, así como la de los 13 jóvenes que serán juzgados próximamente. «UPN tiene una tremenda fobia a la identidad euskaldun de Nafarroa. Barcina y compañía tienen un tremendo pavor a la cultura popular y a los símbolos identitarios de Euskal Herria y no escatiman en leyes o reformas para imponer una Nafarroa a su medida», denuncia el comunicado. Este es, según la izquierda abertzale, el único motivo que hizo que UPN «no dudara en usar la violencia y un cuerpo armado para evitar que una bandera legal esté presente».
Frente al juicio a los jóvenes, la izquierda abertzale propone que sean los agentes de policía que iniciaron la agresión -con su jefe, Simón Santamaría, a la cabeza- quienes se sienten en el banquillo de los acusados. Además, el comunicado deja una pregunta en el aire: «¿Cuál es el delito? ¿Introducir la ikurriña en el chupinazo o entrar agrediendo a diestro y siniestro y poner en peligro la seguridad de todos los asistentes al chupinazo?». Por ello, y para «darles en los morros», la izquierda abertzale lanza un llamamiento a la ciudadanía para que la ikurriña aparezca en todos los actos de los sanfermines. A.I.
