Bashar Al-Assad anunció ayer una amnistía para todos los delitos cometidos antes del 20 de junio, incluidos los relacionados con las manifestaciones antigubernamentales de las dos últimas semanas, al tiempo que se celebraban movilizaciones multitudinarias de apoyo al régimen y protestas en distintas localidades del país. La represión de estas últimas dejó al menos cinco muertos en Homs, Deir Ezzor y Hama, donde un adolescente de 14 años falleció por disparos de las «tropas o manifestantes pro-Assad», indicaron activistas a AFP. Organizaciones opositoras citadas por Efe elevaron el balance de víctimas mortales a quince, once de ellas en Homs.

La agencia oficial Sana informó de la decisión presidencial sin dar más detalles sobre la amnistía, la segunda decretada por Al-Assad desde el inicio de la revuelta hace tres meses. El pasado 31 de mayo, el presidente sirio decretó una amnistía general, que incluía a todos los presos políticos y a los miembros de los Hermanos Musulmanes, para aquellos presos que hubieran cometido delitos hasta esa fecha.

En aquella ocasión, el indulto consistía en el perdón de la mitad de la pena siempre y cuando no hubiera una denuncia interpuesta por un individuo. Entonces quedaron en libertad cientos de prisioneros políticos, pero las organizaciones de derechos humanos afirman que miles más siguen en las cárceles del país y la represión sangrienta de las protestas continúa.

Ahora, según Al-Assad, incluirá a otros presos, «sin poner en peligro la seguridad del Estado».

El anuncio coincidió ayer con multitudinarias manifestaciones en las principales ciudades sirias -Damasco, Alepo, Deraa, Homs, Latakia, Deir Ezzor y Tartus, entre otras- de apoyo al régimen de Al-Assad y a su programa de reformas.

Pero también con protestas antigubernamentales convocadas por la oposición, que considera «insuficientes» las promesas. Los manifestantes volvieron a salir a la calle en distintas regiones, entre ellas Alepo y Homs, y llamaron a continuar el movimiento hasta la caída del régimen.