Una juez de Guatemala envió ayer a prisión preventiva, en una base militar, al general retirado Hector Mario López Fuentes, de 81, detenido el viernes acusado de genocidio y delitos de lesa humanidad como presunto responsable de desapariciones forzadas en los años 80 del siglo pasado. López Fuentes, que sería el primer fue ex alto cargo militar acusado de los crímenes cometidos durante la guerra de la segunda mitad del siglo XX, fue jefe del Estado Mayor del Ejército durante el Gobierno de facto del general golpista y dictador José Efraín Ríos Montt (1982-1983).

La jueza Patricia Flores, titular del Juzgado Primero de Alto Riesgo, consideró, según Efe, que existen «suficientes elementos» para que López Fuentes sea investigado por la Fiscalía de Derechos Humanos, que le acusa de haber «creado, ordenado y supervisado» los planes represivos del Ejército -Victoria 82, Firmeza 83 y Sofía-, con el objetivo de reprimir a la población civil porque supuestamente apoyaba a la guerrilla en la región del Triángulo Ixil, en Quiché.

Flores estimó «improcedente« la solicitud realizada por los familiares del ex general para que fuera ingresado en un sanatorio atendiendo a su delicada salud, informó Europa Press.

Al general retirado se le atribuyen doce masacres colectivas de indígenas y opositores al régimen que dieron lugar a la muerte de al menos 400 personas y unos 77 casos de desapariciones forzadas perpetradas por miembros del Ejército en la región de Quiché cuando ocupaba el cargo de jefe del Estado Mayor.

El Grupo de Apoyo Mutuo, que aglutina a familiares de desaparecidos, acusa a López Flores de haber ordenado la matanza de centenares de indefensos habitantes de los municipios de Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul, entre el 24 de marzo y el 21 de octubre de 1982.

Según la Comisión de la Verdad, más de 250.000 personas fueron víctimas del conflicto armado que enfrentó a las fuerzas de seguridad con la guerrilla.