Raimundo Fitero
Las vetas
Las biografías audiovisuales de los vivos acostumbran a traer problemas. La de los muertos, también, pero entonces son los herederos, historiadores y allegados, quienes reclaman veracidad o denuncian las supuestas mentiras. Isabel Pantoja, es una de las grandes vetas de las televisiones, tanto por acción como por omisión. Antena 3, con el nombre de «Hoy quiero confesar», ha emitido una especie de biografía en dos entregas sobre su vida, y visto lo visto, el género no da mucho de sí. Es una oda, una manera de reafirmar productos en el mercado, pero sería muy difícil utilizar esta miniserie para saber algo sobre la estrella de la copla. Lo mismo que la que se hizo en Tele 5, sobre Belén Esteban, tampoco aporta casi nada más, que los millones de horas que tienen ambas en los archivos de todas las cadenas con documentos, declaraciones, insidias, mentiras, desmentidos, actas judiciales y demás material para la reconstrucción de vidas, obras o catedrales televisivas.
Lo cierto es que cuando los mineros del asunto encuentran un veta, la explotan sin tregua hasta la saciedad. Pero en este caso, la de la Pantoja, parece una veta infinita, que se reproduce, que tiene muchas ramificaciones. Quizás la que menos frutos reporta a los demás, es su actividad principal: cantar. Quizás a ella le reportó gran parte de la base imponible en las anteriores declaraciones de la renta anteriores, pero ahora, incursa como está en varios procesos judiciales por su relación con uno de los focos de la corrupción municipal más activos, sus mayores ingresos en el futuro inmediato pueden estar en la propia televisión, es decir en su abrasamiento televisivo. La Esteban no tiene más biografía que una hija con torero y sus operaciones, pero vive en y de la televisión. Isabel Pantoja, me parece, que una vez ha dado mucho de comer a sus detractores o palmeros, ha decidido ser ella la que se dedique a administrar sus tiempos, sus ingresos, y lo hará en Tele 5. Ha desembarcado con todo el equipo de gestión de sus vetas. Y no le hacen falta series menores. Ella es la serie, el propio serial. Y lo manipulará como le dé a ella la gana para su gloria y canonización.