Suele ocurrir que muchas veces casi no conocemos aquello que tenemos más cerca. En los últimos meses he atravesado a pie Jaizkibel. Poco a poco, comenzando en Hondarribia para terminar en Pasai Donibane. Higer, con su faro, Artzuko Portua, Marla, Biosnar, Guadalupe, los torreones, Mitxitxola y el estrecho sendero al pie de la roca arenisca hasta llegar al semáforo de Talaia, sobre los acantilados que caen a pico hasta el Cantábrico. Es un entorno precioso y fácilmente accesible, que se puede ir visitando en diferentes excursiones.

Actualmente existe un proyecto para construir un puerto en esos acantilados que he mencionado. Supongo que habrán oído hablar de él. Sus defensores alegan que la puesta en marcha de este puerto exterior permitirá regenerar el interior de la bahía de Pasaia. No entiendo mucho de economía -en realidad no entiendo mucho de nada, pero ésa es otra historia-, aunque por lo publicado hasta la fecha se deduce que la inversión tendría que ser muy importante. Al coste del puerto en sí habría que sumarle los accesos -horadar Jaizkibel de parte a parte con un túnel- y toda la infraestructura logística en la zona de Lezo. ¿Es un proyecto rentable? ¿Es un despilfarro? ¿Es o no necesario? Hay opiniones y argumentos para todos los gustos.

Harina de otro costal es el aspecto ecológico. La ubicación del nuevo puerto destrozaría una zona actualmente virgen y que se halla bajo el manto de varias figuras de protección ambiental. El nuevo presidente de la Autoridad del Puerto de Pasaia, Lucio Hernando, dejó caer anteayer que la «regeneración integral de la bahía podría considerarse como una medida compensatoria importante». Y esa píldora sí que no me la trago. Llenar de cemento un área salvaje a cambio de poner unos parques y unos arbolitos en una zona urbana no tiene nada que ver con la protección del medio ambiente. Porque a este paso nos venderán una cantera en la parte alta del Txindoki con la contraprestación de unos jardines en Zaldibia, Amezketa y Abaltzisketa. Puede que el problema sea que los acantilados de Jaizkibel no se ven desde la N-I.