Los responsables de Confebask y de los sindicatos CCOO y UGT pidieron ayer al Parlamento de Gasteiz que asuma la Mesa de Diálogo Social -integrada por la patronal, CCOO, UGT y el Gobierno autonómico- como un foro desde el que trabajar para mejorar las condiciones de los trabajadores y que «no se vea como una interferencia en la dinámica de las lógicas políticas».

La secretaria general de Confebask, Nuria López de Gereñu, y los responsables de CCOO y de UGT-Euskadi, Unai Sordo y Dámaso Casado, respectivamente, acudieron ayer a la Cámara para reunirse con los grupos y exponerles su posición sobre Lanbide, en cuyo consejo de administración están representados junto con el Ejecutivo.

El servicio vasco de empleo se constituyó en febrero y arrancó sin la participación de ELA y LAB, que han suspendido su presencia en este órgano porque consideran que se ha excluido a la mayoría sindical del diseño de Lanbide y porque no comparten la naturaleza jurídica de este órgano.

En los pasillos de la Cámara, Gereñu señaló que Lanbide ha sido un elemento clave del diálogo social y admitió que durante la ronda de reuniones con los grupos constató que el trabajo que están desarrollando en la Mesa de Diálogo Social era «un poco desconocido».

Por su parte, el secretario general de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, señaló que hay grupos parlamentarios que «no estaban bien informados sobre lo que está haciendo la Mesa de Diálogo», y Unai Sordo (CCOO) transmitió a los parlamentarios que el diálogo social «es un ámbito de encuentro entre patronal, administración y sindicatos» y que no se hace «para avalar a nadie ni contra nadie».