GARA > Idatzia > Kirolak> Gipuzkoa Basket

Historia de la construcción de la primera década de Gipuzkoa Basket

El Hotel Costa Vasca de Donostia celebra esta tarde el décimo aniversario de Gipuzkoa Basket. Una década donde el baloncesto de élite volvió a Donostia, estableciendo los cimientos para que éste no volviera a irse. Diez años de ascenso y consolidación de un gran proyecto.

p040_f01_83x64.jpg

Arnaitz GORRITI

Existen diversas corrientes filosóficas que creen en una línea ascendente de la historia. Hay también voluntades que opinan que el destino de un conjunto es mejorar, siempre y cuando se hagan las cosas con ese propósito, y sobre todo se hagan bien. San Sebastián Gipuzkoa Basket ha unido filosofías y voluntades para fundarse, consolidarse y crecer para perdurar. Quizá por eso se entienda el drástico cambio que se ha operado en el seno de este club en una década.

De la nada a consolidarse en la Liga ACB, disputando el 40% de su existencia en la liga europea más importante. No está mal para un equipo que veía la luz un 25 de junio de 2001, después de que un grupo de ex jugadores, ex entrenadores y empresarios convenciera a Miguel Santos para liderar un nuevo proyecto de baloncesto en Gipuzkoa.

Y no está mal, porque no fue sino hasta la temporada 2004/05 cuando se puso de veras en marcha el club, después del primer año con Aitor Uriondo en la banca. Porfi Fisac lleva a Bruesa GBC al play off de ascenso a la LEB-1, cayendo ante La Laguna. En ese momento, la Junta Directiva decide comprar la plaza de Algeciras para subir de categoría.

Ascendiendo escalones

Tras aquel paso, la historia es conocida: legendario ascenso a la ACB tras eliminar a León con el factor cancha en contra, el descenso y las lágrimas de Fisac comparando aquello con la muerte de su padre; la llegada de Pablo Laso y conversión en Sociedad Anónima Deportiva y el regreso a la ACB en la dramática Final Four de Cáceres 2008. Y de ahí, con la llegada de Gorka Ramoneda a la presidencia y el cambio de patrocinio, el arraigo, y los coqueteos con la Copa, hasta la emotiva despedida de Pablo Laso.

Pero esto no ha acabado, como recordaba Miguel Santos a este periódico hace tres años. «El objetivo es seguir subiendo. Hay que lograr que la gente quiera ver al Gipuzkoa Basket; no al Real Madrid, al Baskonia... Que cada 15 días Illunbe sea un espectáculo». Hoy se brindará por todo eso.

Miguel Santos, un presidente que cumplió su obsesión de dejar un legado

El iruindarra es más conocido por su faceta de agente de jugadores de fútbol, pero siempre ha declarado que su deporte es el baloncesto, ya que tiene el título de entrenador desde la década de los 70.

Candidato a presidir la Real en 2005, Miguel Santos, a día de hoy presidente de honor de Gipuzkoa Basket, ha sido un pilar fundamental en el crecimiento y la consolidación del proyecto donostiarra, más allá de los evidentes problemas económicos, que en su día trajeron la inopinada salida de Bruesa. Su gran obsesión, «dejar un legado». «A mí no me gusta farandulear, sino trabajar para poder dejar un legado en Donostia». Una década después, y con una sombra aún larga, parece haber cumplido su objetivo.

El capitán Uriz, parada y fonda tras una vida nómada en el baloncesto

Salió de los Maristas de Iruñea, y en su vida ha pasado por todos los equipos vascos de la élite, llegando a jugar en la ACB con Saski Baskonia y Bilbao Basket -equipo con el que vivió el ascenso a la ACB y el debut-, pero «haciéndose hombre» en Donostia.

Saltó de la ACB a la LEB-2, donde Porfi Fisac le dio la confianza y los galones precisos. Con el tiempo, no sólo adquirió el rol que siempre buscó en el puesto de base, volviéndose más cerebral y menos alocado, sino que llegó a la capitanía de un Gipuzkoa Basket donde ninguno de los bases -Ordín, Popovic, Rai López, Sergio Sánchez...-, hasta la llegada de Javi Salgado, ha logrado desplazarlo de la titularidad. Fue suya la primera peña de Illunbe y su huella perdurará.

Porfi Fisac, las dos caras de la moneda en un técnico admirado y envidiado

«Ascender con este equipo, ver sus primeros pasos, verlo crecer... fue como el nacimiento de un hijo», declaraba en una entrevista a este periódico Porfirio Fisac este enero. En abril de 2007, por contra, la derrota de aquel Bruesa GBC ante ViveMenorca mandaba de vuelta a la LEB a los donostiarras. «He perdido algo importante, y sólo lo puedo comparar a la muerte de mi padre», diría entonces el técnico. Dos caras de la misma moneda.

El tiempo ha dejado al segoviano en un altar, sobre todo tras dos grandes años al frente del Valladolid, donde más de uno aún ve aquel primer ascenso en el Gasca, tras derrotar a León en la prórroga. «Este club será muy grande», diría Fisac de Gipuzkoa Basket entre lágrimas. Pero se refería a él.

Espectáculo dentro y fuera, el carisma hecho jugador en David Doblas

Otro nómada del baloncesto, con inicios en el mundo del remo, decantado por las canchas de baloncesto a través de la cantera del Baskonia. Un tipo peculiar el de Pedreña, intenso y entrañable dentro y fuera de la pista.

Capitán de la primera aventura guipuzcoana en la Liga ACB, Doblas es adorable y odiable a partes iguales. Capaz de hacer vibrar con su juego de pies -entre sus fans el apodo Doblajuwon, en homenaje al legandario pívot de los Rockets, llegó a causar furor en la primera vuelta de la pasada liga- y de desesperar al más paciente con sus absurdas faltas o sus lagunas de concentración, fue uno de los hombres clave en el último ascenso y la consolidación en la ACB. Siga o no, será un referente durante muchos años.

El líder que no pudo ser, el inolvidable «yacaré» Kammerichs

Sólo estuvo un año por Donostia, precisamente el del estreno en la máxima categoría y, por supuesto, el descenso. Es cierto que, en principio, no estaba llamado a ser el líder de aquel Bruesa GBC, pero tras la inopinada salida de Devin Davis, Fede Kammerichs mantuvo a los donostiarras lejos del descenso mientras el físico le aguantó.

El «yacaré» -una suerte de cocodrilo del norte de Argentina, de donde proviene- es un hombre callado, lejano a la imagen del porteño hablador, pero en la cancha se vaciaba, y convertía su timidez en intensidad. Una fractura por estrés en un pie lastró su paso por Donostia, siendo el principio del fin de aquella campaña. Nunca una ausencia pesó tanto en una presencia tan discreta.

«Andy Handia», desde Harrisburg a Donostia pasando por Bilbo

Como el buen vino, Andy John Panko III mejora con el paso del tiempo. «Soy un late bloomer de manual. Con 30 años juego mucho mejor que con 20, y espero ser aún mejor dentro de unos años», confesaba a este diario en una entrevista. Corría la temporada 2007/08 y el Bruesa GBC optaba volver a la ACB con Andy Panko de líder.

El de Harrisburg ha madurado en Donostia después de una vida llena de cambios de equipos, entre ellos un Bilbao Basket donde no tuvo la ansiada incidencia en sus dos etapas. Al otro lado de la autopista, por contra, el alero ha logrado ser la voz del entrenador. Si en sus primeros tiempos coleccionaba galardones de MVP, ahora vigila, manda, rebotea, y si hace falta, anota. «Andy Handia».

Creciendo con el equipo, cuatro años caminando de la mano de Pablo Laso

Discutido para muchos, pero indiscutible para la directiva del Gipuzkoa Basket, Pablo Laso es el entrenador que más tiempo ha dirigido los designios de Gipuzkoa Basket, logrando devolver al equipo donostiarra a la ACB con un único año en la LEB y, pese a la grave crisis económica, consiguiendo mantenerlo tres años seguidos en la principal liga de Europa. Se ha ganado el respeto.

El técnico gasteiztarra recién acaba de hacer las maletas tras su repentino fichaje por el Real Madrid, y aunque haya quien se ha tomado esta noticia con jolgorio, habrá que ver si sus sucesores mantienen estos registros. «Creo que he ayudado a que el club sea algo mejor que hace cuatro años», dijo en su despedida, y no todos lo pueden decir.

Un nuevo icono, el cerebro de Santutxu guía a Gipuzkoa Basket

La historia de Gipuzkoa Basket en la ACB tiene en Javi Salgado una influencia vital. Un triple suyo sobre la bocina en La Casilla derrotaba a los donostiarras en la campaña 2006/07, un golpe del que Bruesa GBC no se recuperaría. Dos años después, otro triple final, esta vez en Zaragoza, otorgaba de forma indirecta la salvación al conjunto guipuzcoano. ¡Vaya con el destino y sus ironías!

Pero desde el año pasado Javi Salgado ya no es un nombre tabú en Donostia, sino que es su base titular. De la mano del de Santutxu, los guipuzcoanos realizaron una muy buena primera vuelta, y salvaron la categoría sin problemas. Si puede cuidar el físico, su mano y su cerebro darán muchas alegrías a los espectadores del Donostia 2016 Arena.

Gorka Ramoneda, de heredero del cargo a presidente con voz propia

El famoso legado de Miguel Santos lo recibiría Gorka Ramoneda, allá por marzo de 2009. La cuestión es que estos dos años han sido lo suficientemente tortuosos como para pasar de ejercer de «heredero» a recoocérsele personalidad propia al frente de San Sebastián Gipuzkoa Basket.

En apariencia afable y de fácil trato, muchas veces ha hecho gala de una sangre excesivamente caliente, sobre todo a la hora de criticar en público bien los arbitrajes, bien a sus propios jugadores, a los que, sin ir más lejos, acusaba al final de la pasada campaña de «acomodados». Con todo, una gestión eficiente y una andadura impecable por la ACB son avales que hacen que Ramoneda merezca crédito y reconocimiento.

Un tirador que piensa en su madre antes de lanzar, ése es Jimmy Baron jr

«Antes de tirar un tiro libre, pienso en mi madre». Jimmy Baron jr ha sido, sin duda, una de las revelaciones de la pasada temporada, sobre todo en la primera vuelta. El arquetipo de «raza blanca, tirador», que compensa una excesiva fragilidad física con una mano mortífera desde la lejana -en ocasiones, increíblemente lejana- distancia. Y desde la línea del tiro libre, no falla nunca.

Después de años sin poder atinar con un exterior que garantizase el peligro en el lanzamiento, la llegada del «búho» de Rhode Island ha supuesto aire fresco para Lagun Aro GBC, que tendrá en Baron uno de sus referentes la próxima campaña. Si este año se ha «divertido mucho», a ver si el año que viene se lo pasa en grande.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo