El diálogo y la acción común devuelven la calma a Belfast
Una noche de relativa tranquilidad después de dos noches de violentos altercados callejeros ha sido el resultado del trabajo de activistas comunitarios, líderes religiosos y políticos en el seno de la comunidades lealista y nacionalista en Belfast este, aunque persiste la preocupación del impacto de los incidentes de cara a las marchas orangistas de este verano.Soledad GALIANA |
Los vecinos de Belfast este disfrutaron el miércoles de una noche prácticamente libre de incidentes, después de dos noches de altercados de una violencia que muchos vecinos han equiparado a la que se experimentó en la zona durante el «cerco de Shortstrand», en 1970, cuando un grupo de activistas políticos y miembros del IRA evitó que lealistas quemaran la iglesia católica de Saint Matthews tras una marcha organista.
Esta noche de tranquilidad fue posible gracias al diálogo entre líderes comunitarios republicanos y lealistas, líderes religiosos protestantes y católicos, y políticos, que se reunieron el miércoles para buscar una salida al estallido de violencia y evitar que este tipo de incidentes marquen la tónica del verano en víspera de las marchas orangistas, normalmente un punto focal para enfrentamientos entre las comunidades.
Durante la mañana de ayer, el líder de Sinn Féin, Gerry Adams, se felicitaba por la visita de una delegación de la Asamblea de Belfast, encabezada por su presidente, el unionista William Hay, cuya presencia fue aplaudida por los diputados irlandeses.
El alcalde de Belfast, el republicano Niall O'Donnghaile, que representa a Shortstrand en el Ayuntamiento, apuntaba que los incidentes fueron ocasionados «por algunos que han venido desde otras áreas y que querían participar en la `violencia de recreación'». Precisamente, ayer un joven de Belfast oeste fue arrestado por su participación en los altercados.
El diputado de Sinn Féin por Belfast sur, Alex Maskey, visitó Northstrand durante la noche del martes y criticó los intentos de justificación por parte lealistas de los ataques contra el pequeño enclave nacionalista.
«Se nos ha dicho continuamente que existe un problema en las áreas lealistas de clase trabajadora. Es algo que hemos señalado nosotros mismos y hemos recibido a sus representantes durante los últimos años, porque sienten que los partidos unionistas les han abandonado...Por eso les he dicho a los partidos unionistas, tanto en privado como en público, que necesitan ir a esas comunidades y establecer si existen esos problemas y necesitan solucionarlos en el seno de su comunidad. Lo que no se debe permitir es que puedan usarse como justificación para un ataque contra este pequeño enclave católico en Belfast este», denunció Maskey.
«El problema no se resolverá hasta que enfrentemos a los responsables de los hechos: el UVF... Es responsabilidad del unionismo político y cívico el resolverlo», señaló Niall O'Donnghaile, alcalde de Belfast.