Si la sesión de la mañana resultó un tanto tediosa por aquello de que los cuatro candidatos a diputado general se dedicaron a desgranar sus planes para los próximos cuatro años en caso de que fueran investidos, la de la tarde se animó un poco a raíz de la réplica de Rafaela Romero a las intervenciones de los portavoces de los grupos junteros.

La candidata del PSE salió al atril dispuesta, sobre todo, a responder a las palabras de la jelkide Eider Mendoza, quien cargó contra «el frente de la exclusión» que, a su juicio, conforman PSE y PP para desalojar a los abertzales de las instituciones vascas. «Los ciudadanos han dado la espalda a esa estrategia del pasado, que es la única oferta de PSE y PP, como bien se vio con lo ocurrido con la Lehendakaritza», manifestó Mendoza, quien consideró que los resultados del 22-M «son buenos desde el punto de vista de la paz y la normalización. Los guipuzcoanos han apostado por un nuevo tiempo y el 67% ha votado abertzale, ha votado por el derecho a decidir. Y no es ningún drama».

«No hemos querido participar de una estrategia de exclusión que pretendía que 119.000 votos guipuzcoanos no contaran», insistió Mendoza, quien acusó al PSE de «sólo tener una urgencia, la del poder».

Esas palabras de la juntera del PNV encontraron la respuesta de Romero, quien le recordó que ya no está en el Parlamento de Gasteiz y que en las Juntas guipuzcoanas no está Patxi López. «La veo aún perdida, fuera de sitio. Tranquila, que ya irá conociendo esto», le espetó, para explicarle después que en esta pasada legislatura, «aunque quizás usted no lo sepa, quien ha sostenido al gobierno foral ha sido el Partido Socialista».

También el portavoz del PSE Eneko Andueza salió al paso de la alocución de Mendoza y, de paso, le entregó una copia del programa de su partido «para que vea que, aunque usted haya dicho lo contrario, sí tenemos programa». Y acabó su contrarréplica dirigiéndose a Markel Olano, a quien recordó que tanto en los comicios de 2007 como en los de este año ha caído derrotado, primero ante el PSE y ahora frente a Bildu. También le achacó haber sido «abducido» por las pretensiones del presidente del GBB, Joseba Egibar, y haber desaprovechado los cuatro años de la recién finalizada legislatura: «Tenía una gran oportunidad para estudiar, pero no lo ha hecho. Ni siquiera ha hecho prácticas. Y ahora pretende ir a la Universidad».

Los reproches entre ambos partidos marcaron la sesión de la tarde, hasta el punto de que el diputado general saliente admitió, durante su última intervención, que «es evidente que nuestras relaciones [entre PNV y PSE] no están en su mejor momento; están rotas». Por ello, hizo un llamamiento al entendimiento a los escaños socialistas y les tendió la mano «para poder recuperarlas».