En las últimas semanas, allegados de dos presos políticos vascos han sufrido sendos accidentes, según informó ayer Etxerat. Así, el pasado viernes familiares de Oskar Abad sufrieron un siniestro cuando viajaban a la cárcel de Topas (Asturies), mientras que el día 18, familiares de Miguel Ángel Llamas, conocido como Pitu y vecino de Noain, padecieron otro accidente cuando regresaban de Valdemoro.

Para denunciar este último accidentes, los presos encarcelados en Valdemoro realizaron ayer un plante y no comieron.

Etxerat destacó que, afortunadamente, en estos dos accidentes no se registraron daños personales, pero recordó que los allegados de los presos políticos «nos jugamos la vida en las carreteras de los estados español y francés», destacando que en lo que llevamos de año ya se han registrado seis siniestros y que la dispersión ha provocado 16 muertes y 350 accidentes en los últimos 22 años.

Por otra parte, 60 personas participaron el sábado en una marcha a Daroca para denunciar que Joseba Artola acaba de cumplir 25 años en prisión y se le ha aplicado la doctrina que permite la cadena perpetua.