Piden a la Junta de accionistas de Tepco que ponga fin a la era nuclear en Japón
GARA |
Con pancartas en las manos y pasquines propagados por el suelo, cientos de japoneses pidieron ayer en Tokio el fin de la era nuclear en el país. Se reunieron en un conocido hotel de la ciudad, en el cual se estaba llevando a cabo la junta de accionistas de la empresa Tepco, propietaria y gestora de la descontrolada central nuclear de Fukushima: «Hemos querido mostrar y traer nuestro enfado e impotencia hasta los mismos responsables», manifestó Tsunehisa Katsumata, en nombre de todos los vecinos de la planta nuclear. «El accidente privó a nuestros hijos de una vida sana, a nuestros jóvenes de la esperanza de trabajar en Fukushima y a nuestras personas entradas en edad de lo que habían llegado a construir», subrayó.
El acalorado clima del exterior llegó hasta el interior del hotel, en el cual se llevó a cabo un debate protagonizado por gritos y llamadas a la dimisión de los máximos responsables.
Un grupo de 400 pequeños accionistas propuso mediante una moción en la Junta, precisamente, «acabar cuanto antes con la explotación de la energía nuclear que está rodeada de mentiras, deja una mala herencia a nuestros hijos e impone una carga a las comunidades locales»; aunque la moción fue desaprobada por la mayoría de los accionistas, supuso un gran revuelo entre los asistentes, los cuales llegaron a plantearse por primera vez el uso de la energía nuclear.
Acciones, bajo mínimos
La de ayer no fue, para el presidente honorario de la empresa, Tsuhahisa Katsumata, una jornada fácil, en la cual tuvo que sobrellevar el enfado de grupos financieros o institucionales. La Junta fue, con cerca de 9.000 asistentes, la más nutrida llevada a cabo en los años que lleva en funcionamiento la empresa.
Muchos de ellos se mostraron, desde el primer momento, irritados por la gestión de uno de los peores accidentes nucleares de la historia; y fue a peor según avanzaba la sesión y se daban a conocer las pérdidas que ha generado la catástrofe.
Según dieron a conocer, Tepco a perdido en Bolsa desde el 11 de marzo, día en que se produjo el terremoto que dejó sin control la central nuclear, más de 25.000 millones de euros, cerca de un 90% de su valor; sus acciones tocaron el pasado 9 de junio un mínimo histórico de 148 yenes -1.275 euros-, frente a los más de 2.000 yenes -17.230 euros- que valían antes de la catástrofe.
Katsumata se disculpó por la «molestia y preocupación» causadas tras el desastre, por el cual rechazó dimitir. El hasta ahora número uno de la eléctrica, Masataka Shimizu, en cambio, sí lo hará, por lo que se acordó en la junta su sustitución por el director ejecutivo del grupo, Toshio Nishizawa.