El nacionalismo kurdo boicotea la sesión de investidura parlamentaria
Los 36 candidatos elegidos del pro kurdo Partido Paz y Democracia (BDP) no asistieron al acto de constitución del Parlamento turco. La renuncia temporal a sus escaños es una medida de protesta ante la sentencia que inhabilita a seis políticos kurdos elegidos que permanecen presos. El Partido Justicia y Desarrollo (AKP) sale beneficiado al obtener un diputado más para reformar la Constitución.
David MESEGUER
Escaños vacíos en la Gran Asamblea Nacional de Turquía y calles repletas de manifestantes en Diyarbakir, la histórica capital del Kurdistán Norte. Esta es la contundente respuesta que el nacionalismo kurdo ha dado al Gobierno de Ankara y a las instituciones judiciales del Estado turco, como consecuencia de la sentencia de la Junta Electoral Suprema (YSK) que inhabilita al recién reelegido diputado kurdo, Hatip Dicle.
«No acudiremos al Parlamento hasta que se den los primeros pasos firmes para encontrar una solución», anunciaba Serafettin Elçi, uno de los candidatos independientes del BDP, reelegido en las pasadas elecciones nacionales turcas del 12 de junio.
La decisión de no acudir ayer a la sesión de constitución del Parlamento turco y de renunciar temporalmente a sus actas de diputados, fue consensuada por los 36 diputados electos del BDP y contó con el respaldo de los dos máximos dirigentes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Oçalan y Murat Karaliyan.
El peso político de Dicle
Hatip Dicle y otros cinco candidatos elegidos del BDP concurrieron a los comicios generales estando en prisión acusados de difundir propaganda del ilegalizado PKK. Dicle, político muy querido entre los simpatizantes del movimiento kurdo por su defensa de los derechos de este pueblo, fue sentenciado en marzo de 2009 a un año y ocho meses de prisión por el Tribunal Penal Supremo.
Finalmente, fue detenido en diciembre de ese mismo año en el marco de la operación que suponía la ilegalización del pro kurdo Partido de la Sociedad Democrática (DTP). A priori, Hatip Dicle y los otros cinco candidatos independientes del BDP elegidos, deberían poseer inmunidad parlamentaria durante los cuatro próximos años de legislatura, pero la Junta Electoral Suprema (YSK) se acoge al artículo 76 de la Constitución turca para inhabilitarlos.
El citado artículo proclama que «las personas que han sido condenadas por delitos deshonrosos como la participación en actos de terrorismo o la incitación y el fomento de tales actividades no serán elegidos como diputados».
Las exigencias del BDP
Mientras se sucedían los discursos de investidura en el semivacío hemiciclo del Parlamento turco, en el que tampoco los diputados del primer partido de la oposición juraron sus cargos, la plana mayor del partido kurdo mantenía una reunión en Diyarbakir para hacer públicas sus exigencias.
«El AKP debe renunciar a que su candidato Oya Eronat ocupe el cargo de diputado ya que no ha sido elegido por el pueblo», exigía Altan Tan, candidato elegido en la circunscripción de Diyarbakir Sur. En la ciudad del Éufrates el BDP obtuvo seis diputados y el AKP, cinco, por lo tanto, si la decisión judicial de inhabilitar a Dicle sigue adelante, el AKP obtendría este escaño y contaría con un voto más para llevar a cabo las reformas constitucionales que plantea.
«Exigimos al Parlamento que lleve a cabo todas las modificaciones legales y constitucionales necesarias para que Dicle sea liberado y pueda convertirse en diputado», reivindicaba Altan Tan. En relación al boicot del BDP, el primer ministro turco, Racip Tayyip Erdogan, acusó a los parlamentarios de este partido de «querer desafiar las leyes para crear tensión» y les preguntó de forma irónica si «no fueron capaces encontrar a ningún otro candidato, que tuvieron que presentar a seis encarcelados».
La inhabilitación de seis diputados kurdos, dos del CHP y uno del MHP, otorga estos escaños, según la ley turca, al partido mayoritario (el gobernante AKP), con lo que superaría la mayoría de 330 escaños necesaria para reformar la Constitución y someterla a referéndum.
Sin embargo, si el 5% de los escaños no se ocupan, la ley turca prevé que se celebre una elección parcial en el plazo de tres meses. Los 35 escaños kurdos vacíos superan ampliamente ese margen, lo que puede obstaculizar los planes de Erdogan.
Al boicot de los diputados kurdos se sumó la renuncia a prestar juramento de los electos del principal partido turco de oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), para protestar contra la detención provisional de dos de ellos, lo que dejó la imagen de un Parlamento a medio constituir. «Mientras a nuestros camaradas diputados se les impida prestar juramento, nosotros, electos del CHP, tampoco prestaremos juramento», anunció el presidente del partido, Kemal Kiliçdaroglu. «No apoyaremos las prácticas antidemocráticas e ilegales que impiden a los diputados elegidos por el pueblo prestar juramento», añadió. El CHP cuenta con el 26% de los votos y 135 escaños de un total de 550. Un tribunal de Estambul rechazó las solicitudes de liberación del periodista Mustafa Balbay y del universitario Mehmet Haberal, elegidos en prisión provisional por supuesta pertenencia a la red golpista Ergenekon. Kiliçdaroglu acusó al AKP de ha presionado a los jueces para impedir su liberación. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, pidió al CHP que «empiece a hacer propuestas y luego nos expresaremos». El viceprimer ministro, Cemil Cicek, se entrevista hoy con Kiliçdaroglu. GARA