La capital de Senegal, Dakar, ardió en la madrugada del martes y sus habitantes, exasperados por los cortes de electricidad, incendiaron varios edificios públicos cinco días después de las manifestaciones populares contra el presidente, Abdulaye Wade, en el poder desde hace once años.

La Sociedad Nacional de Electricidad fue el principal objetivo de las iras de los manifestantes. En los últimos cinco días, diez sedes de la epmpresa pública han sido destruidas en Dakar y alrededores y en localidades a lo largo y ancho del país.

El régimen justifica estos cortes, de hasta 48 horas de duración, por sus dificultades financieras para comprar combustible y sustituir la vieja y vetusta maquinaria.

El 23 de junio hubo manifestaciones en todo el país para protestar por el proyecto del presidente Wade de permitir, a partir de febrero de 2012, la elección simultánea de un presidente y un vicepresidente con un 25% de votos en primera vuelta.

Las protestas, que dejaron un saldo de un centenar de heridos, forzaron al régimen a retirar su iniciativa de la Asamblea Nacional. Pero la oposición, con el apoyo de cantantes como Youssou Ndur, exige que Wade renuncie a su reelección.