El presidente de BBK, Mario Fernández, ratificó ayer que mañana los consejos de administración de las tres cajas darán luz verde a la creación de un banco para el que ya tiene ficha bancaria concedida por el Banco de España. BBK ha aportado, según algunas informaciones, dieciocho millones por la misma. Ese paso supone la privatización del modelo social y aleja del mismo el control público que existe en el actual entramado.

Fernández se comprometió con los representantes sindicales a que en los tres primeros años el nuevo banco no saldrá a Bolsa, pero dejó abierta la puerta a partir del cuarto año. Sería un proceso similar al que ha seguido Banca Cívica, en la que se ha integrado Caja de Ahorros Navarra (CAN), por necesidades de financiación, aunque las cajas vascas no tienen esa urgencia económica, dado que son las mejor situadas en rentabilidad del sistema financiero español, por lo que «no se entiende la decisión ni la rapidez con la que se ha adoptado».

La Fundación Ipar Hegoa, integrada en LAB, organizó ayer una jornada de debate sobre el proceso de «fusión de cajas. Alternativa a la bancarización». Anton Borja, doctor en Economía, Pitxu Coto, delegado sindical de LAB, y Joxean Urkiola, responsable de LAB-Finantzak, explicaron que la decisión «es un error» y «supondrá un deterioro grave para el modelo social que representan ahora».

El encuentro fue intenso en debate y los ponentes llegaron a varias conclusiones fundamentales entre las que destacan que las cúpulas de BBK, Vital y Kutxa han decidido crear un banco rompiendo el modelo social que sustenta las cajas «al margen de la sociedad vasca» y «sin abrir el preceptivo debate ante este cambio radical».

En este sentido, en el encuentro se recordó que Alemania, paradigma del modelo neoliberal, cuenta con una red de cajas que disponen de una cuota de mercado de entre el 30% y 45%, que apoya a las pyme, que superan el 90% de la red empresarial del país, y que mantiene una elevada rentabilidad. En realidad es una radiografía que se parece mucho, salvando las distancias, al modelo existente en Hego Euskal Herria, como se reconoció en el debate planteado por la Fundación Ipar Hegoa.

Otro elemento que quedó claro en el encuentro es que este paso que han dado Mario Fernández, Xabier Iturbe y Carlos Zapatero, que se materializará mañana con la aprobación en los respectivos consejos de administración, supondrá un excedente todavía indeterminado de empleados. Un elemento que agravará la situación de desempleo existente, ya que las cajas vascas reconocen que el banco necesita aligerar plantilla, que saldrá por vías no traumáticas «en la medida de lo posible».

La tercera conclusión importante es que a la decisión «precipitada» de BBK, Vital y Kutxa se le puede hacer frente. «Tenemos alternativa al banco, que es potenciar la creación de una caja única vasca, que ahonde en el modelo social, que apoye al entramado empresarial de las pyme y mantenga esa vocación de la Obra Social de apoyo a los más desfavorecidos», explicó Joxean Urkiola, responsable de LAB-Finantzak.

Anton Borja, no obstante, remarcó en el encuentro que los 37.800 millones en créditos que conceden las cajas vascas pasarán a manos privadas, teniendo en cuenta que ese volumen económico es «un factor determinante» para actuar ante la crisis económica «que se extenderá al menos cinco años más».