El Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK) denunció ayer la muerte de un trabajador de 30 años en su puesto de trabajo en una empresa de Zumaia y alertó de que «las malas condiciones laborales son una causa directa de los accidentes de trabajo, de las enfermedades laborales y del deterioro de la salud», sobre todo en un contexto en el que «la juventud soporta condiciones aún peores que las del conjunto de trabajadores». Ante este escenario, la plataforma de asociaciones juveniles exige a la Administración que «haga cumplir la reglamentación en materia de seguridad laboral», al tiempo que expresa su compromiso para seguir denunciando la precariedad laboral y para «articular una voz social que promueva el fin de los accidentes laborales y la mejora de la salud laboral de la juventud».