Mike Bonnano acaba de impartir dos charlas en la sala Elhuyar de Bizkaia Aretoa, dentro de los cursos de verano de la UPV/EHU Bizkaia Bilbao Arte y Kultura (BizBak). La temática objeto de las charlas se ha referido a «Gestión e intervención en contenidos mediales. La televisión y la Red como medio de subversión».

Antes de la última charla, ayer martes, Mike Bonnano habló con GARA sobre internet, la sociedad estadounidense... y las múltiples acciones reivindicativas utilizando las herramientas que ofrece la Red.

Bonnano es un tipo apacible, simpático, siempre con una sonrisa natural que contrasta con la ácida química que inocula desde sus acciones en la Red.

Mike Bonnano se llama, en realidad, Igor Vamos. «Me gusta mi nombre original, es muy familiar (ríe con explosividad), pero dependiendo del contexto prefiero utilizar otros nombres, he tenido muchos. Bonnano es uno más elegido al azar, simplemente me parece más creíble que el mío propio. Lo importante es saber quién soy yo, no el nombre», apunta con su indestructible gesto amigable.

Igor Vamos tiene 43 años. Nació en Albany, Nueva York, ciudad donde reside en la actualidad.«Aprendí lo que sé de castellano en San Diego, donde lo estudié durante un curso, pero estuve viviendo allí cinco años y charlé mucho con amigos mexicanos». De hecho, es frecuente escucharle un «ahorita», mientras diserta.

La sala Elhuyar se encuentra cerca del Museo Guggenheim Bilbao, nombre familiar para Bonnano, ya que también se ha servido de él. «Guggenheim Fellowship es una fundación que, aprovechando la popularidad del nombre, pero sin tener ninguna conexión con él, recibe fondos para ayudar a artistas alternativos que no están por la línea ni el modelo Guggenheim, sino por el arte crítico. No obstante, vamos más allá del arte, ya que también nos implicamos en otorgar becas destinadas a otras disciplinas, científicos por ejemplo».

Uno de los episodios más sórdidos de EEUU ocurrió entre el 50 y 56, cuando el senador McCarthy se empeñó en la caza de comunistas entre la comunidad de artistas y actores. Mike Bonnano, nombre con cierto aire de detective, hubiese estado en la lista negra. Pasados cincuenta años, ¿han cambiado mucho las cosas? Bonanno respira, se recuesta y, tras unos segundos, expele un sonoro «¡Bufff!». «Aún existen semejanzas entre el pensamiento de McCarthy y el presente, están, por ejemplo, los del Tea Party, pero creo que los cambios se van a producir con celeridad. Creo que la gente está más receptiva que nunca para el cambio».

Dos direcciones

«En estos tiempos de austeridad, la gente está tomando dos direcciones: una hacia la derecha, pero también otra hacia la revolución contra el poder. Espero que sea posible. Yo voy a intentar introducir un tipo de revolución como la ocurrida en Egipto o Túnez, sin violencia. Hay que luchar contra el nuevo dictador, el nuevo tirano, el capitalismo» .

Noam Chomsky lleva muchos años liderando una postura ideológica de izquierdas, pero parece que no encuentra muchos seguidores. Es posible que, después de todo, no exista una izquierda en EEUU. Mike de nuevo busca el regazo de la silla en busca de oxígeno y tiempo para meditar. «No, la verdad es que la izquierda existe, pero es muy pequeña. En Estados Unidos se ha comenzado a hablar de capitalismo desde hace muy pocos años. Es un vocablo muy difícil de introducir. No se está preparado. Es mejor ir poco a poco, transformar la mentalidad desde la adolescencia. El capitalismo es un término nuevo. Quedó enterrado en la era McCarthy. Es preferible utilizar, por ahora, la acepción antisistema, si se hablase de anticapitalismo la gente se asustaría».

The Yes Men, el colectivo de acciones de Mike Bonnano y Andy Bichlbaum, han mimetizado las webs de empresas como la Cámara de Comercio, la petrolera Chevron, Coca Cola o la muñeca Barbie, de la que por su boquita sale un mensaje político contundente. ¿Conoce al colectivo Anoymous? «Sí, pero es anónimo, ¿no?». Y sonríe.