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Miles de personas exigen en Iruñea el fin de «la política penitenciaria de venganza»

Egin Dezagun Bidea recibió el apoyo de miles de personas en la primera gran manifestación que ha convocado en Nafarroa. Bajo el lema «Derechos para todos, presos vascos a casa», la protesta recorrió las calles de Iruñea exigiendo al Estado que desactive «su política penitenciaria de guerra y venganza» con este colectivo. El comunicado hizo un llamamiento a seguir sumando fuerzas para crear un «tsunami social» que permite traerlos a casa.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

Unas 3.000 personas se manifestaron ayer para exigir que cese de una vez el castigo a los presos políticos vascos. Convocados por Egin Dezagun Bidea, salieron desde los cines Golem para llegar hasta la Plaza del Castillo, donde lanzaron un rotundo «basta ya» a «la política penitenciaria de guerra y venganza». La protesta se convirtió en la mayor movilización ciudadana vivida en Iruñea en los últimos meses.

El comunicado, leído por Sara Chivite y Esther Compains, expuso que la manifestación supone «un paso más en el camino hacia la resolución del conflicto» y exige al Estado que pase a la misma clave, abandonando y desactivando para siempre «las situaciones más extremas» a las que somete al Colectivo de Presos.

Frente a ello, los manifestantes reclamaron «el reagrupamiento en Euskal Herria» como un asunto de «gran urgencia política». Además, exigieron la derogación de la denominada «doctrina Parot», destacando que supone de facto la aplicación de la cadena perpetua, así como la excarcelación de todos los presos con enfermedades incurables y de quienes han cumplido las tres cuartas partes de su condena.

La manifestación contó con la participación de sindicalistas como Igor Arroyo (LAB) o Xabier Barber (ESK), dentro del apoyo de la mayoría sindical vasca. Además, estuvo presente la gran mayoría del grupo parlamentario de Bildu en el Parlamento navarro y el vicepresidente segundo de la Cámara, Txentxo Jiménez, de Aralar, partido que también lanzó un comunicado oficial sumándose a las reivindicaciones. De esta forma, los firmantes del Acuerdo de Gernika volvieron a actuar al unísono para intentar resolver uno de los grandes retos pendientes para un escenario democrático. La suma de fuerzas que quiere impulsar Egin Dezagun Bidea se reflejaba también en quienes llevaban la pancarta.

Los convocantes señalaron la necesidad de «socializar la situación extrema que viven los presos políticos y reivindicarlos como personas dueñas de derechos humanos, civiles y políticos», para así «sumar nuevas voluntades» hasta construir «ese gran tsunami que necesitamos para traer los presos».

Mattin Troitiño, de Etxerat, afirmó durante la marcha que «días como éste, con grandes movilizaciones, son muy necesarios para acabar con la dispersión criminal que practica el Estado. La presión de los pueblos de Euskal Herria tiene la capacidad de llevar a los políticos a una clave de resolución del conflicto».

En este sentido, el comunicado animó a los navarros a sumarse e «implicarse en las asambleas locales que se están constituyendo en los pueblos y barrios», así como a participar en las encarteladas de los últimos viernes de cada mes.

La marcha de ayer en Iruñea estuvo encabezada por un zanpantzar, tras el que se colocaron -en filas de a tres- familiares de los presos políticos con pañuelos blancos y unas jóvenes con candelas. Tras ellas, una gran pancarta con el lema «Eskubide guztiekin, euskal presoak Euskal Herrira» abría la marcha. Ya entre los manifestantes, que lu- cían pegatinas y banderolas reclamando el acercamiento de los presos, dos pancartas más exigían la amnistía y el regreso de los refugiados.

Los presos navarros, en datos

Actualmente hay 108 presos políticos navarros, la mayoría de ellos de Iruñerria. El Estado español mantiene encarcelados a la mayoría, 85, pero otra buena parte, 23, se encuentran en prisiones francesas.

A esto ha de sumarse la política de dispersión, ya que prácticamente un tercio de los presos se encuentran a más de novecientos kilómetros de su casa y diez de ellos a más de mil. Amaia Elkano está encarcelada en Algeciras, que se encuentra a más de 1.100 kilómetros de Iruñea. La media de distancia que tiene que recorrer un amigo o un familiar para visitar a un preso en el conjunto de Euskal Herria se ha cifrado en 670 kilómetros.

En Nafarroa, esta política de dispersión se ha cobrado dos vidas en accidentes de tráfico. En 2003 y 2004 fallecieron Sara Fernández y Karmele Solaguren.

Por otra parte, hay nueve personas que ya superan los veinte años de condena; tres de ellos (Inés del Río, Iñaki Erro y Joxepa Ernaga) están a punto de cumplir los 24 años. Además, a varias de estas personas se les mantiene en prisión únicamente por la sentencia 197/2006, conocida como doctrina Parot.

El régimen de aislamiento también fue denunciado como otra dinámica de venganza. Ahora mismo, hay unos quince navarros en aislamiento total.

herri bilguneak

Los convocantes animaron a partipar en los «herri bilguneak» que se están organizando en los pueblos y barrios. Además, en la localidad de Urkabustaiz ayer se concentraron en apoyo a los presos 30 vecinos.

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