La instalación de Mutriku es la primera de Europa cuya energía se distribuye directamente a la red eléctrica. Existen dos plantas similares en Escocia y Azores, pero están orientadas a la investigación y no a la producción energética.

Su diseño es relativamente sencillo y se asemeja al del peine de los vientos de Donostia. Basado en la tecnología OWC (Oscilating Water Column) de la compañía escocesa Wavegen, la planta aprovecha el impacto de las olas contra el dique para comprimir el aire que contienen las cámaras-turbina, el cual sale a presión por un orificio y hace girar una turbina mecánica que, acoplada a un generador, produce energía eléctrica.

Cuando la ola se retira, el aire es succionado y también pasa por la turbina, cuyo movimiento se vuelve a aprovechar para producir electricidad.

Según la información facilitada por el Ente Vasco de la Energía (EVE), producirá anualmente 600.000 kw/h al año, lo que equivale al consumo de 600 hogares. Se trata de una cantidad modesta, sensiblemente inferior a la de los parque eólicos, que producen una media de 25 Mw/h, equivalentes al consumo de unos 30.000 hogares.

La inversión total del proyecto asciende a 6,7 millones, de los cuales 2,3 millones corresponden a la instalación energética y han sido aportados por el Ejecutivo autonómico. Las turbinas han sido fabricadas por la empresa vasca Voith Hydro Tolosa, del mismo grupo al que pertenece la ingeniería escocesa.

Análisis de viabilidad

El objetivo del proyecto, que cuenta con respaldo europeo, es analizar también la viabilidad de este tipo de instalaciones como fuente de abastecimiento energético en una comunidad que cuenta con una costa con un potencial de olas medio-alto.

Este potencial energético, junto a unas condiciones no excesivamente agresivas, hacen de la costa vasca, según el EVE, un lugar idóneo para las instalaciones de captación de olas.

El lehendakari, Patxi López, que junto al diputado general, Martin Garitano, acudió al acto de inauguración, abogó por consolidar «una red competitiva de empresas y de agentes científico-tecnológicos dentro del sector de la energía», en una comunidad que «carece de materias primas para generar energía suficiente y tiene que importar casi el 97% de lo que consume».

Comentó que esta apuesta tiene continuidad a través de proyectos como el Bimep (Biscay Marine Energy Platform), que será un centro de ensayo en mar abierto frente a la costa de Armintza, que permitirá la prueba de diferentes tecnologías marinas para la captación de olas.

El grupo municipal de Mutriku Berdeak+Independienteak manifestó su disconformidad con el proyecto por la ausencia de declaración de impacto ambiental de la instalación y por la influencia negativa del dique de abrigo en el litoral.