Según informaron ayer fuentes comunitarias, los exámenes científicos «confirman que el stock está en buen estado y por encima de los límites biológicos de seguridad». El tamaño estimado del caladero es de 98.450 toneladas, según los datos de que dispone la Comisión y que deben ser aún confirmados por los expertos, por lo que la cuota podría ser revisada.

La propuesta del Ejecutivo se basa en el plan de gestión a largo plazo pensado para la anchoa del Cantábrico que aún no ha sido aprobado porque está bloqueado en el Parlamento Europeo, pero que cuenta con el visto bueno de los Veintisiete.

Este plan propone una fórmula matemática para fijar los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas de la anchoa en base al estado del recurso y no a una negociación política.

La oferta de Bruselas requiere aún el visto bueno formal de los Veintisiete para su aprobación en un próximo Consejo, pero fuentes comunitarias aseguran que «no habrá problema» en que salga adelante.

Los estados español y francés son los únicos con intereses en este caladero y las posibilidades de pesca en 2010 se repartieron en un 80% para la flota española y un 20% para la francesa. Así, la UE asignó en 2010 una cuota de 15.600 toneladas para la anchoa en el Golfo de Bizkaia, de las que 14.040 fueron para el Estado español.

Incremento de capturas

En esta pasada campaña recién concluida, la flota de Bizkaia y Gipuzkoa ha capturado 8,7 millones de kilos, un 84,4% más que el año anterior pero lejos aún del tope de 14 millones de kilos establecido por las autoridades comunitarias.

La pesca de anchoa en el Golfo de Bizkaia estuvo prohibida por las autoridades europeas entre 2005 y 2009 por la notable reducción de las reservas, que hacía peligrar la supervivencia de la especie.

Precisamente desde 2009, la CE adoptó un plan para garantizar la supervivencia de la población de anchoas y, a la vez, la rentabilidad del sector pesquero local.

Según este plan, Bruselas marca cada temporada un máximo de capturas de anchoa permitidas en función de informes científicos de las reservas pesqueras del Golfo.

Precisamente, el estudio de primavera de Azti-Tecnalia presentado el pasado mes de junio revelaba que la biomasa de anchoa en el Golfo de Bizkaia ha crecido un 278% en doce meses y ha pasado de las 36.500 toneladas de la primavera de 2010 a las 138.000 de mayo de este año.