LAB se opone a la iniciativa del Gobierno de Gasteiz de las «haur -etxeak», porque a juicio de la central sindical «sólo fomentará la precarización de las trabajadores y trabajadores».

Ante la propuesta de la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, la central que lidera Ainhoa Etxaide afirma que «el Gobierno vasco quiere hacer frente de la forma más sencilla a la oferta de 0 a 3 años, atacando de forma directa a la oferta actual, encarnada por el Consorcio de Haurreskolak, impidiendo el desarrollo que tendría que tener ésta». Zabaleta presentó el proyecto que se encargará la Agintzari Kooperativa de llevar adelante.

LAB considera que esta iniciativa que Zabaleta trasladó a los medios de comunicación este pasado jueves supone «la privatización del servicio público» y añade que «las personas que trabajen en esta nueva iniciativa sólo recibirán explotación. No se puede vivir con esos sueldos que han aparecido».

Otro elemento de crítica se sitúa en la formación que se impartirá a quienes entren en este servicio de «haur-etxeak». «Es -explica- un auténtico escándalo. ¿En manos de quién quiere dejar la señora Gemma Zabaleta la educación de generaciones futuras?», por lo que LAB exige que se reconozca el ciclo «de 0 a 3 años ahora». Pero también considera que «el conocimiento del euskera es indispensable en esta actividad y, por lo tanto, pero no es una exigencia inicial, por lo que no se garantizará el derecho de estos niños a recibir educación en euskera».

Ante esta situación, LAB exige al Gobierno de Patxi López que «retire el proyecto» y que «haga avances para que este ciclo de 0 a 3 años llegue a todas las niñas, para que la oferta sea universal, euskaldun y gratuita». A la vez, reclama a Zabaleta que «deje de un lado los recortes que están aplicando en el Consorcio de Haurreskolak, que están deteriorando la calidad de la enseñanza». Pide, por último, a la responsable de Empleo y Asuntos Sociales que «se siente a negociar con la representación de las trabajadoras para mejorar la oferta del ciclo y avanzar en materia de condiciones laborales».

El Gobierno de Gasteiz respondió y acusó a LAB de instalarse en «una oposición frontal a lo que son iniciativas con una larga tradición en los países desarrollados de Europa».