Tras la elección de Donostia como Capital Europea de la Cultura en 2016, los representantes institucionales de Córdoba y Zaragoza han emprendido una batalla mediática que se basa en una acusación principal: el comité de selección europeo habría seguido directrices políticas para elegir a la capital guipuzcoana, antes dirigida por Odón Elorza (PSOE) y ahora, extremo al parecer muy doloroso, por Juan Karlos Izagirre (Bildu). Sin embargo, según el informe del comité que se dio a conocer ayer, Donostia ganó por una «clara mayoría» porque era «la que mejor reflejaba los objetivos y los criterios de la manifestación Capital Europea de la Cultura, y que ofrecía la mejor posibilidad para la puesta en práctica exitosa de la iniciativa». Dicho informe «subraya» que Donostia «ha sido recomendada para el título por la excelente calidad del programa cultural propuesto».

El comité analiza una a una todas las candidaturas que llegaron a la final y, sobre Donostia, entre otros extremos, apunta que el título de la candidatura, «Cultura para la convivencia», «sintetiza uno de los principales retos de Europa: la coexistencia respetuosa de gente que comparten espacios en los que cohabitan múltiples identidades, valores y objetivos y se redefinen constantemente entre sí». Subraya su «excelente» programa cultural, recomienda que se mantenga el equipo artístico, y felicita a la capital por la «calidad de la candidatura». Entre las recomendaciones que se hacen, además de organizativas -que revise el funcionamiento de la oficina de la candidatura-, se insta a Donostia a que intensifique sus lazos con la ciudad polaca de Wroclaw (la otra capital europea en 2016) y que se «esfuerce en cooperar» con las otras cinco ciudades finalistas en futuros proyectos conjuntos... una cooperación un poco difícil a la vista de cómo se están desarrollando los acontecimientos.

El anónimo de Nieto

El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto (PP), sorprendía ayer a todos al esgrimir en rueda de prensa una documentación, que habría recibido de forma anónima, en la que presuntamente quedaría demostrado que el proceso de selección de la capitalidad cultural europea ha estado contaminado por una miembro del jurado que realizó recomendaciones a Donostia.

Nieto dijo que el pasado lunes recibió un sobre sin remitente y con matasellos del Estado francés, en el que se incluía un folio que dice, en francés: «Los miembros del jurado de selección deben ser absolutamente independientes y no tener conflictos de intereses con ninguna ciudad candidata». Este folio acompaña un CD que se añade en la carta y en el que aparecen archivos que, de comprobarse su veracidad, comprometerían a Cristina Ortega Nuere, una de los trece integrantes del comité de selección y que, a su vez, es miembro desde diciembre de 2010 del Consejo de Cultura del Gobierno de Lakua.

Estos archivos, que están fechados el 3 de noviembre de 2010 -pocas semanas después de que se eligieran a las seis ciudades seleccionadas-, están denominados como «Cristina_Propu1» o «Cristina_Propu2» y, en cuyo autor, aparece el acrónimo «C.Ortega», lo que hace suponer al alcalde de Córdoba que se trata de Cristina Ortega Nuere. Se incluyen recomendaciones, criterios y correcciones para mejorar la candidatura donostiarra y también una propuesta -que presuntamente habría surgido de esta miembro del jurado- para la participación de la Universidad de Deusto en la candidatura de Donostia. En este archivo, que el gabinete de prensa del Ayuntamiento de Córdoba entregó a los periodistas, Cristina Ortega realizaría una serie de recomendaciones -se supone que a alguien relacionado con la Universidad de Deusto, ya que aconseja ponerse en contacto con Eva Salaberria, responsable de la oficina de la candidatura donostiarra-, para transmitirle el deseo de colaborar en esta segunda fase de la elaboración del proyecto.

Aunque «se desconoce el alcance probatorio del contenido», Nieto exigió a la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, una explicación sobre «el papel del Ministerio y que garantice la limpieza del proceso», puesto que «Ortega es parte del jurado a propuesta del Ministerio y es su responsabilidad garantizar el cumplimiento de las normas». No tardó en llegar la respuesta a su ruego. El Ministerio de Cultura anunció la apertura de una investigación formal sobre el proceso de selección de la Capitalidad Europea de la Cultura 2016, a la vez que solicitaba a la Comisión Europea que «clarifique» si los miembros del jurado «han llevado a cabo sus funciones de acuerdo a las reglas establecidas».

Ni el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, ni la directora de la oficina de la capitalidad, Eva Salaberria, quisieron opinar sobre las acusaciones del alcalde de Córdoba en la rueda de prensa que ofrecieron ayer por la tarde -todavía no se conocía la reacción del Ministerio-. La había convocado para valorar el informe que, según dijo Izagirre, es «fulminante». Las «relaciones» que la oficina de la candidatura ha mantenido con el comité de selección «no han ido más allá de las que establece la normativa y la convocatoria», aseguró ayer Salaberria.

Además de las aclaraciones de Salaberría sobre cómo ha sido el proceso hasta el nombramiento, Izagirre aseguró no tener miedo a lo que pueda ocurrir desde ahora hasta mayo, mes que se nombrará oficialmente a Donostia como Capital Europea de la Cultura 2016. «El informe no deja lugar a dudas: se ha elegido el mejor proyecto de los que había y en 2016 Donostia será capital europea por sus propios méritos», afirmó convencido.