Israel vive una escalada de su arsenal de leyes sionistas de excepción
Israel se ha dotado con un arsenal creciente de leyes ultranacionalistas, bajo la presión de los elementos más duros de la coalición de gobierno de derecha. La fiebre ultrasionista afecta desde la libertad de expresión a las guarderías, y ahora se dirige al Tribunal Supremo.
Charly WEGMAN (AFP) |
La Knesset (Parlamento israelí) ha adoptado en año y medio una serie de leyes que permiten retirar la nacionalidad a los ciudadanos a los que se considere culpables de «terrorismo» o espionaje, imponen multas a los organismos que conmemoren la «Nakba» palestina y penaliza los llamamientos al boicot a los asentamientos.
La ley denominada Azmi Bishara, por el nombre de un ex diputado árabe, acusado de espionaje en favor del Hezbollah, privó a este último de su derecho a la pensión parlamentaria; Los pueblos cooperativos han sido habilitados legalmente para poder rechazar las solicitudes de quienes quieran instalarse si los consideran «incompatibles», una medida dirigida a los 1,4 millones de árabes israelíes.
Y el miércoles el primer ministro, Benjamin Netanyahu, asumió personalmente la ley que persigue los llamamientos al boicot a las colonias ilegales en los territorios ocupados, incluso aunque se vulnere la libertad de expresión, como ha criticado la UE y una treintena de de profesores de Derecho de universidades israelíes.
Extender el miedo
«Netanyahu quiere envolverse en la bandera del patriotismo para presentarse como defensor de Israel frente a quienes acusa de `colaboradores en el interior', acusa el líder del partido Kadima, Tzipi Livni.
«Quiere dar la sensación de que Israel está asediada para justificar la necesidad de defenderse contra los intentos de deslegitimación de Israel», explica Rafi Smith, director de uno de los principales institutos de opinión israelíes.
Según Yaron Ezrahi, profesor de ciencias políticas en la Universidad hebráica de Jerusalén, «Netanyahu cede deliberadamente a la corriente radical en su propia formación, el Likud, y a sus aliados de extrema derecha». Ahora quieren cambiar las normas de nombramiento de los jueces del Tribunal Supremo, que presentan como una «guarida de izquierdistas».
Pero la última de estas iniciativas ha llegado desde el Ministerio de Educación, que ha ordenado que en las guarderías sea obligatorio comenzar la semana con el canto del himno nacional ante la bandera de Israel. Los profesores de guarderías y jardines de infancia también deberán dar clase sobre los símbolos sionistas a los pequeños, al menos una vez a la semana.
