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BERMUTEAN... GUREKIN

«Agur denoi. Deseamos veros a todos los próximos sanfermines»

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GARA | IRUÑEA

Después de tanto vermú, hemos acabado en la calle. Esperemos que no sea un acto premonitorio sobre nuestro futuro laboral. En nuestro descargo, tenemos que decir que no nos hemos bebido los ocho litros. Estaba de muerte, pero más muertos estamos nosotros. Hemos bebido todo lo que hemos pedido y no solo ayer, sino desde el día 6 de julio, aunque alguno picó el 5, que siempre tienta. Ha sobrado algo del vermú de Tarragona, como para después del encierro de la villavesa o así. Se hará duro llegar.

Se habla de horror vacui, del miedo al vacío, cuando un escribiente se enfrenta a la página en blanco. El horror sanferminui es peor. La página está en blanco y tu cabeza también. Si normalmente el motor que mueve nuestro cerebrico tiene poca potencia, en sanfermines, funciona como a vapor. Vamos, que te sale humo por las orejas. O, lo que es lo mismo, en las fiestas de esta vieja ciudad, o te pones como una locomotora o pierdes el ritmo.

Los refuerzos que llegaron el sábado, a esa comida enorme de currelas de este medio, no ayudaron mucho. En una decisión colegiada, hemos decidido no poner los nombres. Pero nos acordamos de aquella que lució, prácticamente durante toda la noche, un lazo de Minnie Mause que se encendía intermitentemente. Qué decir de la Bi-bi, vaya terremoto. Casi perdemos a un miembro de este periódico tras ese salto al que le sobró el último tirabuzón. Un gusto, vuelve cuando quieras, pero avisa para que nos preparemos. También podríamos llenar esta página con las hazañas del señor pequeñico, ése que se nos va. ¡Cómo sigas bailando así, vas a acabar con joroba! Vamos a obviar también esos lances principescos del tipo de la espada láser. Y lo de la peluca, eso también nos lo callamos.

El domingo, volvimos a quedarnos solos. No apareció a echar un cable ni Cristo. Luego llegó el lunes, el martes y el miércoles. Hasta ayer, cuando nos fuimos a la calle a tomarnos el vermú, porque los sanfermines tienen que vivirse en la calle y, cuanto antes, con todos esos a los que queremos ver en la calle. Bersarkada bat, bihotzez!

Con la llegada anoche del Pobre de Mí, cerramos el chiringuito sanferminero para volver a las páginas de siempre. A denunciar, a criticar y buscar noticias. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá, órgano tras órgano. El hígado, el primero. Así que, levantamos este último vaso del Bermutean, para deciros: «Agur, hasta las próximas fiestas».

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