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Maite SOROA

Ussía y los españoles «benevolentes»

Hay veces en las que un párrafo desnuda todas las miserias de aquella persona que lo escri- be. Alfonso Ussía acumula muchos de esos párrafos en una trayectoria marcada por su ideología ultra y el mal gusto como norma. Ayer, en su columna de «La Razón» pretendía zumbarle al candidato del PSOE y ex ministro de Interior a cuenta del llamado «caso Faisán», pero acabó con un discurso de lo más apologético de las cloacas del Estado español.

Empezaba Ussía señalando que «el auto de procesamiento del juez Ruz puede resultar inoportuno para los socialistas. De golpe, se han quedado sin candidato. Rubalcaba no puede optar a nada. Se tiene que ir. Y Camacho con él. La gravedad, la vileza de los presumibles delitos que se imputan al ex director de la Policía García Hidalgo, el jefe Superior de la Policía en el País Vasco, Pamies, y al inspector Ballesteros obligan a Rubalcaba y Camacho a separarse de la política y la acción pública para siempre». Nada fuera de lo normal de un hooligan de la derecha más extrema que ve cerca una victoria electoral de los suyos. Pero con el químico Rubalcaba como hilo conductor, el articulista ultramontano se dedicaba a ensalzar a delincuentes: «El caso `GAL' nada tiene que ver con el caso `Faisán'. También se movía Rubalcaba por ahí. En el `GAL' hubo un ministro que terminó en la cárcel con sobrada gallardía para asumir la responsabilidad y no implicar al entonces Presidente del Gobierno». Vamos, que los responsables de la guerra sucia eran unos valientes porque tapaban a su jefe. Pero Ussía va más allá: «El `GAL' fue terrorismo de Estado, pero contó con la benevolencia de la mayoría de una sociedad que estaba harta del terrorismo etarra. El Estado mató a asesinos, se equivocó con otros y los fondos reservados enriquecieron a unos cuantos. Eso, el enriquecimiento súbito de algunos de sus principales actores, es lo que más escandalizó a los españoles». Vamos, que según Ildefonso, a los españoles no les escandalizó tanto que sicarios del Estado secuestraran, torturaran y asesinaran a ciudadanos vascos, sino que alguno se forrara en el camino. A una servidora le parece que usa a «los españoles» como parapeto y que Ussía no se «escandalizó» por ninguna de esas barbaridades.

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