El lehendakari, Patxi López, defendió ayer la necesidad de que, después de treinta años, se le acabe de dar estabilidad el Estado autonómico. Pero su visión deja claro que el problema no es la posición de Madrid, sino las «guerras estériles» en las que se embarcan las comunidades con mayorías nacionalistas (también se podría leer «las naciones») «contra el Estado común».

López participó ayer en la clausura del curso de verano «La España 2020» de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, con una conferencia en el que habló de la necesidad de reorientar la labor de la socialdemocracia e hizo una apuesta por la regeneración democrática con referencias al movimiento del 15-M, al que definió como «un grito de angustia porque la política y el sistema no dan solución a nuestros problemas y aspiraciones». A preguntas de los periodistas dijo también que no aspira a ser secretario general del PSOE y defendió que las propuestas de Rubalcaba «encajan como un guante» con las suyas.

Defensa de las autonomías

Uno de los epígrafes de su discurso fue el dedicado a «Las Regiones y la Unión Europea» en el que hizo una defensa del Estado de las autonomías, que definió como «un enorme negocio para la ciudadanía».

El lehendakari abordó primero la cuestión desde un punto de vista económico, señalando que las autonomías han permitido avanzar a zonas que antes estaban «abandonadas por un estado centralista». Y luego señaló que la derecha está atacando por «derrochador» al sistema autonómico, porque lo que pretende es «reducir después los servicios públicos».

Pero de ahí pasó a un plano más «nacional» y señaló que «es verdad también, que después de 30 años, el sistema actual está creando tensiones políticas que tenemos que resolver. No podemos seguir ad eternum en esta pelea de autonomías contra el Estado unitario, dando la sensación de que son enemigos irreconciliables».

Por ello, planteó que «debemos buscar la forma para tener una estructura política más estable y solidaria». Y añadió que, «si hay que cambiar cosas, se cambian. Si hay que modificar el Senado, se modifica».

Aunque la visión final de Patxi López, lehendakari de la CAV, quedó más clara cuando apostilló que «tenemos que terminar con esta guerra estéril de las comunidades, especialmente donde tienen presencia mayorías nacionalistas, contra el Estado común».

Tras su discurso, en la ronda de preguntas, López abordó la cuestión del modelo electoral y propuso la posibilidad de un sistema mixto, que permita la combinación de una representación territorial con la de ámbito estatal. Apuntó que esto podría dar lugar a que en las comunidades autonómicas pudiera haber listas cerradas y en una candidatura estatal pudieran darse las listas abiertas.