La propuesta de la candidata verde a la Presidencia francesa, Eva Joly, de suprimir el tradicional desfile militar del 14 de julio, por considerarlo «de otra época», provocó reacciones de condena e indignación en toda la clase política. Propuso sustituir este desfile, uno de los últimos del estilo que celebran los países occidentales, por otro de carácter civil para celebrar «los valores que nos unen» opuesto a la imagen de una «Francia guerrera».

Sus declaraciones fueron rechazadas por el Gobierno, que se mostró «indignado», y la extrema derecha, que consideró la propuesta «absolutamente atroz». El PS, que confía en una posible alianza con los Verdes en 2012, se desmarcó de la propuesta y reiteró su compromiso con la parada militar.