FÚTBOL Amistoso en Beasain
Primer examen al estilo Montanier
Xabi Prieto entiende que, al margen de los esquemas tácticos, la diferencia está en que al francés le gusta «tocar mucho más la pelota».
Jon ORMAZABAL
Cada pretemporada es tiempo de acumular trabajo, generar ilusiones, de propósitos de enmienda y de oportunidades para aquellos jóvenes que quieren hacerse un hueco en la primera plantilla. Sin nuevos fichajes a los que pasar el primer examen, toda la atención del primer amistoso realista de este verano ante el Beasain (Loinaz, 18 horas) estará centrado en comprobar el grado de compatibilidad entre la plantilla txuriurdin y el nuevo estilo que Philippe Montanier quiere instalar en la plantilla realista.
Aunque todavía es muy pronto para sacar conclusiones definitivas, más aún cuando la Real es el único equipo de Primera que todavía no se ha reforzado y los rumores apuntan alto, al menos en cuanto a desembolso económico se refiere, el vestuario de Zubieta ya ha comenzado a interiorizar los primeros principios del nuevo técnico y esta tarde los pondrá en práctica sobre el terreno de juego, en el homenaje a Salva Iriarte.
Más estilo que táctica
Mucho se ha hablado entre semana del 4-3-3 que, al estilo de Guardiola en el Barcelona, -un esquema que no es del todo nuevo para los realistas, ya que fue utilizado por Juanma Lillo en algunos partidos en Segunda- Montanier quiere implantar en la Real. Sin embargo, entendiendo que los dibujos tácticos son patrones nada estables que se pueden difuminar, Xabi Prieto señaló ayer en Zubieta que la principal diferencia existente entre lo que practicaron con Martín Lasarte y lo que propone el ex entrenador del Valenciennes está en el estilo.
«El esquema no es tan diferente, un 4-3-3 o un 4-2-3-1, que es como veníamos jugando o un 4-1-4-1, tampoco creo que cambie tanto. No creo que sea mucho cambio para los jugadores, sí quizá el estilo que, en vez de tanto jugar en largo, busca combinar más, jugar más al pie. Le gusta muchísimo jugar el balón, en todo momento nos pide que vaya bien tocado, que no vaya mordido, que tratemos de jugar y esa es la mayor diferencia. A ver si somos capaces de asimilar lo que él quiere y ofrecer buen juego», señaló el donostiarra.
La principal duda que se genera ahora es si Montanier cuenta con los mimbres adecuados para poner en práctica esa, a priori, propuesta tan sugerente. «Es complicado, porque a todos los que nos gusta el fútbol, nos gusta tocarla desde atrás, jugar bonito... pero a veces no es lo más práctico o lo más fácil y debemos saber medir cuándo es posible hacerlo. Pero tener una idea clara es importante», agregó el centrocampista que, con un esquema u otro, indicó que donde más cómodo se encuentra es jugando en el carril derecho de la medular.
Markel Bergara y Borja Viguera, por motivos físicos, fueron los dos únicos descartes realizados por Montanier para el partido de esta tarde en Beasain.
No fue, ni mucho menos, una crítica velada, pero a Mikel González hay que reconocerle la valentía y la sinceridad de ser el primer realista que mostró públicamente sus dudas sobre la nueva costumbre de tener que comer y descansar en Zubieta en días concretos que Montanier quiere instalar.
Al estilo de grandes clubes continentales, el técnico realista quiere que Zubieta sea mucho más que el lugar en el que entrenar durante hora y media al día, lo que exige más horas de dedicación por parte del futbolista. «Ahora también, tras salir de aquí, muchos vamos a comer juntos y eso también es una manera de hacer equipo. Luego igual estamos aquí durmiendo dos días o tres y te digo que estoy hasta las narices, no sé quizá no. Se hace con el buen fin de hacer grupo y de estar juntos. A ver cómo va», declaró. J.O.