El colombiano Rigoberto Uran (Sky) brilla en el Tour con el maillot blanco que distingue al mejor joven de la clasificación general. Se muestra «ilusionado y en buen momento de forma», y espera luchar en los Alpes junto a los favoritos.

Uran, de 24 años, se incrustó entre los «gallos» de la carrera el pasado sábado en la etapa que finalizaba en Plateau de Beille, y fue quinto después de tratar de tú a tú a la alta jerarquía de la prueba. Allí fue donde logró el maillot blanco que luce ahora: «Estoy en un buen momento de forma, pero hay que correr con inteligencia porque el Tour es largo, quedan etapas muy difíciles de montaña y hay corredores muy fuertes. En ese juego entre los favoritos no se puede entrar, hay que jugar con el marcaje de los demás y aprovechar alguna ocasión», señalaba Uran al término de la etapa.

El ciclista antioqueño, residente en Iruñea, que pasó tranquilamente la etapa de transición Limoux-Montpellier y entró ayer en el grupo del líder, se encuentra clasificado en décima posición en la general, a 7.55 minutos de Thomas Voeckler. «En el día de descanso [por el lunes] voy a dormir hasta las 10 y luego a entrenar dos horas. Por la tarde a seguir recuperando con masaje y sesiones con el fisioterapeuta. Pero ante todo me lo tomaré con tranquilidad. La mayor dificultad del día de descanso es que se acaba muy rápido», indicaba sonriente.

El ex corredor del Caisse D'Epargne debutó como profesional en 2006. Eligió para su estreno el ciclismo italiano y la camiseta del Tenax. Luego pasó al Unibet sueco en 2007, en el que fue su año más brillante, con triunfos de etapa en la Euskal Bizikleta y Vuelta a Suiza. Y su primer Tour lo disputó en 2009, terminando el 52º.

La historia de Uran está marcada por la violencia. Su padre, con quien empezó a montar en bicicleta a los 14 años, era muy aficionado al ciclismo, pero murió a manos de los grupos paramilitares pocos meses después de que Rigoberto empezara en el ciclismo. Su primera carrera fue una contrarreloj y la ganó compitiendo con ropa de calle. A partir de ahí ya tuvo claro que su vida sería el ciclismo.

El equipo británico Sky lo fichó la pasada temporada por sus virtudes como escalador. Llegó al Tour 2011 como un puntal de apoyo para el británico Bradley Wiggins, que optaba al podio hasta que una caída le obligó a retirarse por una fractura de clavícula.

En los Pirineos demostró las aptitudes que siempre caracterizaron a los «escarabajos» colombianos. Ahora, ante la llegada de las etapas alpinas, ya será uno de los hombres a marcar. Las tres etapas de alta montaña serán decisivas en la lucha por la general y el podio de París, y Rigoberto Uran, el líder del maillot blanco, espera encontrarse ese día entre los grandes.