El Consejo Político de EB, celebrado ayer en Bilbo, solicitó la dimisión del actual coordinador general, Mikel Arana, y anunció la apertura de un expediente sancionador en su contra por haber roto la caja única de la formación. Una supuesta irregularidad cometida al haberse apropiado de las retribuciones procedentes del Parlamento de la Gasteiz.

Asimismo, los participantes en el Consejo, en el que no tomaron parte los simpatizantes de Arana, aprobaron por mayoría solicitar la dimisión del coordinador «de la ruptura».

En el texto elaborado tras la reunión, los «madracistas» responsabilizan a Mikel Arana de la actual situación de la coalición, y le acusaron de haber negociado con el Partido Comunista de España la venta de las siglas y el control de la organización.

A este respecto, los presentes en el Consejo, en el que participó un grupo de personas independientes representadas por el sindicalista Jesús Uzkudun, afirmó que las convocatorias realizadas por el coordinador general y el PCE «son fruto de la usurpación de unas siglas que no les pertenecen».

Además, entre las resoluciones aprobadas se incluye la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria prevista para el próximo 1 de octubre, que suplanta a la organizada por el bloque «aranista», prevista para noviembre.

En cuanto a la polémica suscitada a raíz de las negociaciones con el PNV en Araba, los asistentes a la reunión aceptaron poner en marcha un proceso de investigación interna. Todo para esclarecer un acto «censurable» protagonizado por miembros de EB, que reclamaron dinero y puestos cambio de apoyar la reelección del jeltzale Xabier Agirre como diputado general.

Responsabilidades

Del mismo modo, en el texto aprobado se aceptó la dimisión de Serafín Llamas, vinculado a las negociaciones de la «mesa B»; y se respaldó a las dos junteras de EB en la Cámara foral alavesa. Dos procuradoras que «acataron» la decisión de la militancia del herrialde, que se pronunció en un referéndum y propició la designación de Javier De Andrés (PP) como diputado general.

En el mismo sentido, el Consejo respaldó a Kontxi Bilbao y David Lozano, representantes de EB en la negociación programática. Una negociación con la que la coalición pretendía recuperar el impuesto sobre patrimonio y modificar la ley electoral, «aspectos ninguneados por el PNV».

Para el sector «madracista» la actitud de Mikel Arana frente a la «mesa B» dio la «puntilla a la organización, disparando sus dardos» hacia ésta y hacia los cuadros «más representativos» de la misma.

Por último, los participantes en la reunión consideraron nula la Presidencia celebrada el lunes en la capital vizcaína, donde Arana reclamó la dimisión de Gálvez, Etxezarreta y Bilbao.