Frank Schleck (Leopard) reconocía que Andy y él «francamente, no esperábamos un ataque de los líderes. Ha estado bien visto, hay que reconocerlo -añadía-, y también que Bjarne Riis nos conoce bien y sabe que no nos gusta el frío y la bajada era peligrosa. Chapeau para ellos, nos han dado un buen golpe. Pero no es una tragedia, a nosotros nos queda seguir nuestro camino, concentrados. Ya no nos basta cono no perder tiempo, tenemos que ir a ganar», concluía el mayor de los hermanos.

Su hermano Andy aseguraba que la diferencia que habían perdido «no quiere decir nada». Tras reconocer que no se había sentido «súper» cuando Contador atacó en el puerto de Manse, añadió que «el Tour no ha acabado, no ha hecho más que empezar. Estoy en forma en la montaña, y soy positivo, lo he demostrado, y seguiré haciéndolo«, afirmó pleno de moral. El más joven de los hermanos se refirió también al recorrido, «con el asfalto mojado, era muy peligroso. No comprendo porque la organización pone una llegada como ésta. Es ridículo. ¿La gente quiere ver una carrera que se decide a los pedales, o una carrera con los ciclistas en el hospital o en la ambulancia?», concluía.

Alberto Contador (Saxo Bank) se mostraba encantado de la ventaja que había conseguido en la llegada respecto a los hermanos Schleck. «Fue mejor de lo que pensaba», dijo al saber que habían sido 1.06 minutos a Andy. «Pensaba que eran 20 segundos o así, estoy muy contento». El madrileño confesó que tenía pensado atacar desde la mañana. «Como ya dije, no puedo desperdiciar ninguna etapa para recuperar tiempo. Las sensaciones no son las mejores, pero no se puede esperar -añadió-. En todo momento tenía clarísimo que iba a atacar sin importarme quien se pusiera a mi rueda, porque sabía que alguien se quedaría». Contador reconoció que habló con Samuel Sánchez durante la etapa y que le anunció que atacaría. «Me ha dicho que iba justito, es una lástima, porque hubiéramos podido ampliar la diferencia».

Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi) declaraba que «hemos superado un día difícil y el resultado es satisfactorio. Hemos estado con los mejores en la subida a Manse, y en la bajada hemos librado el peligro de las caídas. Aquí no vale pensar ni en lo que ha pasado un día antes ni en lo que pasará dos días después. Lo importante ahora mismo es recuperarse del esfuerzo para la jornada de mañana. Hemos entrado en la tercera semana de Tour y las fuerzas comienzan a agotarse. Hemos ganado un puesto en la general pero, como digo, aún falta mucho».

Thor Hushovd (Garmin) se mostraba eufórico tras ganar la etapa. «Es extraordinario, no creía que iba a estar tan fuerte en la última subida. He hecho una bonita etapa, pero también mis compañeros de fuga Hesjedal y mi amigo Hagen. Es un poco como el Campeonato de Noruega. La táctica de equipo nos ha salido perfecta. Estaba previsto que Hesjedal se fuera en la subida y yo me quedara a la expectativa. Después, al final, yo me ponía a rueda de Edvald [Hagen] cuando Hesjedal atacaba. Me daba un poco de pena, porque Edvald es mi amigo, pero la carrera es así. En el sprint he tratado de sorprenderle. En la salida no pensaba en tres victorias -sumando la contrarreloj por equipos-. Todo está saliendo muy bien».

Thomas Voeckler (Europcar) pasó algunos apuros al final de la etapa. «No pude seguirles, las cosas como son... He perdido un puñado de segundos, lo que demuestra que tengo mis límites. Se me ha encendido el piloto rojo, he tratado de seguirles pero, como se dice en el argot, 'he reventado a rueda de Contador'. Después, he tratado de minimizar los daños en el descenso y en el llano. Era bastante peligroso, pero había que hacerlo. Lo más sorprendente es que no me esperaba esto de Contador hoy, no estoy acostumbrado a sus ataques. He intentado alcanzarle, pero no he tenido tiempo de recuperar. Lo que me tranquiliza es que no he sido el único en quedarme enganchado, sólo Evans y Samuel Sánchez han podido seguirle. Cuando Contador ataca, da un poco de miedo».