Banca cívica entra en el parqué
La CAN desembarca hoy en bolsa por un tercio de lo que está tasada
Banca Cívica debuta hoy en bolsa al valor mínimo que anunció, 2,7 euros por acción. En un solo golpe, el banco participado por Caja Navarra, saca a la venta el 47,5% de sus acciones. En consecuencia, la entidad navarra pasará a ser propietaria del 15,28% de la entidad. La operación supone una pérdida de dos tercios del valor contable de la CAN, que pasa de estar tasada en 657 millones a tener un valor bursátil de sólo 216.
Aritz INTXUSTA |
José Antonio Asiain empezó a ponerse enfermo el día 18 de mayo. Ese día, el presidente de Caja Navarra había conducido la reunión del Consejo General de la entidad, para que la CAN entregara todas sus posesiones al nuevo banco, Banca Cívica. La entidad que él preside quedaba así en poco más que un esqueleto -o casi ni eso, ya que se baraja que a partir de ahora, Caja Navarra tendrá diez trabajadores-, lo mínimo para gestionar la única posesión de la antigua caja, el 15,28% de las acciones de un banco.
Cuatro días después, Asiain tuvo que ser hospitalizado. Lo que se manifestó en la reunión más importante de la historia de la centenaria historia de la CAN era un «accidente vascular» (del que mejora muy favorablemente). La reunión del 18 de mayo, sin embargo, no fue para nada tensa y no registró sorpresa alguna. Sólo hubo una voz discordante, la del representante de los impositores Gaizka Uharte (LAB), quien pidió un aplazamiento, que justificaba diciendo que ese Consejo General no estaba autorizado a tomar una decisión tan importante para el futuro de Nafarroa, que, en todo caso, era el Parlamento navarro quien debiera de dar el parabién (y eran vísperas de las elecciones).
Sólo un consejero -José Miguel Nuin (Izquierda-Ezkerra)- apoyó a Uharte. De esta forma, se entregaron todas las posesiones de CAN a Banca Cívica por 23 votos a favor y dos en contra. Todo quedó listo para que hoy se pusiera el a la venta el 47,5%, al mejor postor. El precio de salida en bolsa, en principio, es de ganga, un 59% menos de la mitad de su valor en libros, es decir, de lo que los peritos han considerado que Banca Cívica posee. Pero, a partir de ahora, el precio final lo marcará el mercado, semana a semana.
Banca Cívica había avanzado que el valor de las acciones sería de entre 2,7 y 3,8 euros. Al final, el martes por la noche se decidió salir a 2,7. De una sola tacada, se ha sacado a la venta casi la mitad de la entidad, el 47,5%. El otro 52,5% se mantiene en manos de las cajas que conformaron Banca Cívica: CAN, Caja Canarias, Caja Burgos y Cajasol.
Si extrapolamos ese precio por acción al 100% de las acciones de Caja Navarra, obtenemos el valor bursátil de la entidad. Si se venden a 2,7 euros, toda Banca Cívica vale 1.415 millones y, por tanto, la CAN poseerá el 15,28% de esos 1.415 millones. Es decir, el valor de Caja Navarra asciende a poco más de 216 millones. Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el patrimonio que la Caja de Ahorros de Navarra aportó a Banca Cívica (todo lo que tenía) está valorado en 657,86 millones de euros. En consecuencia, con su salida a bolsa, la CAN ha perdido dos tercios de su valor.
Asiain, en la reunión de mayo, cerró un proceso pactado entre UPN y PSN, y respaldado en sus inicios por la CDN, ahora extinta. Hace poco más de un año que Asiain tomó las riendas de Caja Navarra, como presidente, papel en el que sustituyó a Miguel Sanz, en un proceso que se vendió como una forma de «despolitizar» la entidad. No obstante, la elección de Asiain dio argumentos a muchos para considerar fue una operación de mero maquillaje, ya que Asiain fue vicepresidente en los dos gobiernos del PSN que dirigió Gabriel Urralburu. Mientras tanto, Sanz se ha reservado un puesto vitalicio en un consejo asesor de la entidad, de tal forma que podrá seguir cobrando dietas de la CAN.
El nuevo reparto de acciones
Se ha publicado en prensa, repetidamente, que la CAN es propietaria del 29,1% de Banca Cívica, pero con la salida a bolsa del 47.5% de la entidad, esto cambia. La CAN pasa a tener el 29,1% del 52,5% restante. Por tanto, la distribución final de Banca Cívica será: 47,5% de inversores bursátiles, 15,28% de CAN, 15,28% de Cajasol, 11,18% de Caja Canarias y 10,76% de Caja Burgos.
A partir de ahora, si se consigue vender todo el paquete de acciones, el precio total de la entidad fluctuará y la CAN pasará un día de valer 216 millones a valer mucho más, o quizá, mucho menos. Depende del albur de los accionistas, de si confían en Banca Cívica, de si confían en el Estado español como una entidad solvente... En consecuencia, de la mera especulación.
La voluntad de los inversores mandará sobre los datos más reales que se conocen sobre la entidad. Por ejemplo, el hecho de que superase los test de estrés europeos de hace una semana. Estos exámenes prevén como reaccionará un banco si el escenario económico se agrava. Banca Cívica obtuvo un resultado algo raspado, un 5,6%, pero suena algo esperanzador el hecho de que la entidad que está llamada a convertirse en su gran rival (al menos por fechas) en cuanto a captación de inversores, Bankia, haya raspado aún más, sacó 5,4%.
Desde Banca Cívica el aprobado de los test de estrés se han valorado como el éxito de una fusión bien hecha, ya que, sólo un año antes, Caja Navarra suspendió. Obtuvo un 4,7 sobre diez. No obstante, no todo se ha hecho de maravilla, como cuentan. Tras una intensa campaña de ventas de cuanto han podido, después de anunciar el despido y prejubilación de 1.100 empleados de las distintas cajas, de la ayuda pública del FROB y de su salida a bolsa, era lógico que esta nota mejorara. Pero también se han hecho públicas ciertas informaciones que cuestionan el proceso de fusión de las cuatro cajas y con unas claras consecuencias negativas para la CAN.
Nafarroa, estafada
El martes 21 de junio, el diario «El Mundo» llevó a su portada que el Banco de España había ocultado un agujero en Cajasol por valor de casi mil millones. La entidad andaluza fue propuesta e impuesta por el Estado para ser incorporada a una fusión originaria de la caja burgalesa, la canaria y la navarra. Según publicó dicho periódico, en octubre del pasado año, el Banco de España había detectado que Cajasol, por sí sola, acabaría quebrando. La solución para frenar el descalabro fue incluirla en una fusión que acababa de nacer que era pequeña y débil y que necesitaba de ayudas del fondo de rescate (FROB). Cabe remarcar que, la inclusión de Cajasol en Banca Cívica fue un plan B. La primera opción fue unir a Cajasol con Unicaja, creando así una gran caja andaluza, pero no pudo ser porque Unicaja se negó.
Una vez las tres cajas aceptaron al cuarto componente, el Banco de España accedió a reflotarlas con un crédito del FROB a un interés bajo (7,75%). Lo significativo es que esa ayuda fue de 977 millones de euros, lo que supone que, de ser cierta la información de «El Mundo», sólo bastaría para tapar el agujero de Cajasol. Sin embargo, al concederse el crédito a Banca Cívica, serán las cuatro entidades quienes tengan que sufragar de forma colegiada esos intereses del 7,75% (de 977 millones, que es una cifra nada desdeñable). En concreto, los propietarios de Caja Navarra (que son el Ayuntamiento de Iruñea y el Gobierno de Nafarroa) se comerán el 15,28% de esa deuda por desinformación.
El hombre que llevó casi a la quiebra a Cajasol se llama Antonio Pulido y ahora codirigirá Banca Cívica junto Enrique Goñi, director general de Caja Navarra desde 2002. Al acceder al cargo Goñi lanzó una campaña expansiva que rompió el pacto de las cajas vascas y que provocó que, al estallar la crisis, la CAN estuviera débil.
El escenario crítico, ¿está cerca?
La salida a bolsa de Banca Cívica se ha retrasado hasta en tres ocasiones porque no corrían tiempos propicios en los mercados. Pero, aun hoy, las cosas no pintan nada bien. Los especuladores zarandean al Estado español con virulencia y Bankia ha tenido que reducir, en vísperas de su salida a bolsa, el precio por acción el 15%. Superar los test de estrés es un punto a favor para las dos cajas, pero si los inversores ven cercana esta situación, lo lógico es que huyan.
El miedo a una escasez de demanda y las dudas o retiradas de los grandes tiburones financieros que, en su día, parecieron interesados en hacerse con grandes paquetes de acciones -como J. C. Flowers o el indio Ramchad Bhavnani- han espoleado a Banca Cívica a tratar de colocar sus acciones entre sus clientes y empleados, que realizaron preservas de acciones a 3,8 euros. Según parece, la campaña ha ido bien. Al final, del 47,5% que sale a bolsa se ha colocado ya el 60% y, al parqué puro y duro, sólo va el 40% restante (el mínimo legal). Esto denota miedo, porque Banca Cívica se lanza a un mercado agresivo como nunca hacia todo lo vinculado a un Estado español tocado por la deuda, si no hundido.
248,8
La salida a bolsa de Banca Cívica supone la emisión de 248,8 millones de acciones. Cada una de ellas vale 2,7 euros. La operación constituye una ampliación de capital, lo que significa que Banca Cívica tendrá una inyección económica de 672 millones para poder operar, si los inversores compran.
52,5%
Las cuatro cajas que conforman Banca Cívica (Caja Navarra, Cajasol, Caja Burgos y Caja Canarias) han sacado al parqué el 47,5% de las acciones y mantienen en su poder el 54,5% restante.
26.000
Según ha hecho público el banco, hay 26.000 navarros que han comprado acciones. Entre ellos, el 90% de la plantilla y muchos de sus clientes.
60%
En un principio, se iban a reservar el 50% de las acciones que salen a bolsa para trabajadores y clientes del grupo Banca Cívica. Sin embargo, debido a la inestabilidad y la falta de confianza hacia el sistema bancario del Estado español, se decidió ampliar este tramo hasta el 60% y sacar a la venta el mínimo legal.
Banca Cívica dice que, con su salida a bolsa, suma 672 millones a los 2.778 en los que está tasada. Pero ese valor de 3.460 millones es una falacia. Su valor bursátil es de 1.415 millones, el resultado de multiplicar el 100% de sus acciones por su precio.
En principio, un banco jamás debería dinero. Por un lado, llena sus arcas con el dinero de los ahorradores, para luego prestar e ir rellenando sus arcas de nuevo con más ahorradores, devoluciones e intereses. Sin embargo, los bancos prestaron más dinero del que realmente tenían, lo que produjo una crisis de liquidez. Este problema también afectó a la CAN, que con su salida a bolsa trata de aprovisionarse de de fondos para seguir prestando..
El banco ha anunciado haber recibido 230 órdenes de compra de «inversores institucionales» por un valor de 316 millones. Al parecer, un 80% son instituciones del Estado español y, el otro 20%, europeas. ¿Quiénes son? ¿Hay instituciones navarras?