Edvald Boasson Hagen (Sky) se lamentaba del segundo puesto del día anterior, «no estuve muy lejos de ganar, y me quedé frustrado. Quería resarcirme de cualquier manera. El equipo ha trabajado muy bien para mí, he podido meterme en la escapada, y cuando he atacado en la última cuesta he sentido que era capaz de ganar hoy».

Alberto Contador (Saxo Bank) señaló que «siempre es bueno tener aliados», en referencia a la colaboración con Samuel Sánchez que produjo un corte en el descenso del último puerto. «Hay que buscar aliados, pero también tienen que estar ellos bien e interesados en algo común», manifestó el madrileño tras estrechar la mano con Samuel. «La primera parte de la etapa fue muy rápida y en el descenso final se produjo la fuga, pero todo el mundo estaba muy pendiente y fue difícil abrir hueco». Contador volvió a caerse ayer, y tuvo dificultades para remontar hacia el grupo principal. «Tuve que echar pie a tierra y luego darme la paliza para remontar. Esas fuerzas gastadas se han notado». Respecto a la etapa de hoy, aseguró que «habrá que atacar, porque voy por detrás en la general».

Samuel Sánchez (Euskaltel) describía los últimos kilómetros: «Nos la hemos jugado bajando. Quizá hemos tomado demasiados riesgos en una zona peligrosa porque era sombría y boscosa», afirmó mientras lamentaba no haber logrado meter tiempo al resto de los favoritos. «Nos hemos entendido a la perfección. Hablamos durante la carrera, dijimos que lo íbamos a intentar. Pensé que la meta estaba antes y que no había tanto llano antes de la llegada. Es una pena, porque hubiéramos podido tener más tiempo. Alberto va a dinamitar la carrera -añadía-. Es el único capaz de dar la vuelta a la situación. Si puedo estar con él, será mejor, pero va a ser muy difícil, voy a notar el esfuerzo de estos días».

Andy Schleck (Leopard) no tenía dudas sobre la etapa de hoy con final en el Galibier: «Será la decisiva para la victoria final», y señalaba a Cadel Evans, Contador y Samuel Sánchez como sus principales rivales. «Espero que no sea una etapa controlada hasta el último puerto, pero nunca se sabe. El Lautaret es llano, y si hay viento puede significar una desventaja para un corredor solo. Son 210 kilómetros, y se sube tres veces por encima de los 2.500 metros [en realidad dos]. Va a ser la etapa del Tour», subrayaba. Andy ve «muy fuerte a Cadel, Alberto estuvo muy fuerte ayer [por el martes], pero hay que tener en cuenta las condiciones de lluvia y frío, Sánchez... », citaba.

Su hermano Frank también lo tiene claro: «¡Espero lo peor! Va a ser una etapa muy dura y excitante para el Tour. Llegamos a las últimas etapas, todo está abierto, y nosotros todavía tenemos dos líderes en el equipo». Sobre Contador, indicó que «Alberto puede hacer lo que quiera, está en su derecho, pero estos ataques me recuerdan cuando atacó el año pasado mientras a Andy se le había salido la cadena. Si ataca en las bajadas es porque estará nervioso».