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Eric Burdon: «Odio el compacto, es un formato basura»

Antes de actuar en Bilbo, el que fuera el alma de The Animals ofreció ayer una rueda de prensa donde habló de un nuevo trabajo discográfico, de su extensa trayectoria, de los formatos y cambios en el negocio de la música, y de hasta aquella oscura ciudad que fue Bilbo.

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A. BILBAO | BILBO

Con la satisfacción de tener el aforo completo y en medio de la preparación de un nuevo trabajo discográfico que verá la luz a principios del próximo año, se presentó Eric Burdon (1941, Inglaterra), con ligero retraso, a la rueda de prensa de la sala BBK del mediodía de ayer. Horas después clausuraba con una actuación en directo el exitoso ciclo Music Legends de la BBK. Por cierto, se ultima ya la segunda edición del certamen.

Con gafas de sol, una colorida y moderna camisa de pequeños cuadros y una pulsera tribal muy vistosa, Burdon atendió a la prensa afable y reposado. «En el concierto de hoy -por ayer-, cantaré temas de The Animals, para que la audiencia disfrute y temas más actuales, tratando de lograr un equilibrio», explicó.

Eric Burdon aprovechó la comparecencia para realizar un resumen de su trayectoria, que comenzó en los sesenta con The Animals. «El principio fue una locura total, un éxito repentino, sobre todo en los EEUU», según el músico, para quien después todo cayó en un par de años, pues es imposible mantener un éxito constante. «En mi época de interpretar black music (por ejemplo), el público era menor pero más cercano -reconoce- y en la época de la música disco me hice a un lado», bromeó gesticulando con retirarse a dormir.

Burdon, que tras The Animals se puso al frente de War, inició su carrera en solitario en 1971 y su último disco, «Soul of a Man», es de 2006. Después de cinco décadas encima de los escenarios, «ahora voy a buen nivel», relató satisfecho por haber agotado el aforo de la sala BBK. «En mis inicios, no recuerdo un sold out, ni siquiera en mi país de origen. Es agradable».

El artista británico se refirió también en los cambios que ha sufrido el show business y la industria musical. «Ha perdido toda su esencia, por lo que es el momento de ser independiente e iniciar mi propio camino. Ahora voy por libre». Los cambios que han traído las nuevas tecnologías no han gustado a Burdon. «Odio el Cd -señaló realizando ostensibles gestos de asco-, se estropea fácilmente, mientras el vinilo dura años. Me agrada que haya gente que regrese a él, como regreso a los orígenes».

India e Irak

«Tras muchos años cantando los mismos temas, necesitaba un cambio y he sentido que este era el momento -narró sobre su nuevo trabajo-. Será bastante diferente, y marcará un cambio». El disco se grabará en diversos emplazamientos (Nueva Orleans, California...) y verá la luz a principios del 2012. Eso sí, aclaró que en su concierto de Bilbo no cantaría ninguno de los temas en él incluidos, pues el proyecto no es aún oficial. En su extensa trayectoria, «he tenido muchas experiencias musicales, y ahora realizo un resumen de todas ellas», dijo.

De las músicas actuales, «escucho cosas que me gustan; tengo los oídos siempre abiertos -bromeó con sus orejas-, pero no me interesa», reconoció, para nombrar después a India e Irak, cuyas músicas encuentra atractivas. «También las voces del flamenco. No entiendo el idioma, pero sí el feeling. Es muy similar al blues, siento una relación en el origen de ambas».

El recuerdo de aquel gris Bilbo

Preguntado por Bilbo, Burdon aclaró haberla visitado anteriormente, recuerdo que produjo que se pusiera a toser con estrépito y deliberadamente -«cof, cof, cof»-. Con más pausa, «la ciudad me dejó una imagen no muy positiva» reconoció, para mostrarse después impresionado con la transformación que Bilbo ha vivido. «Es fantástica, ha revivido». Burdon también tuvo palabras para Donostia -actuó en el Jazzaldia de 2005-, una de sus ciudades favoritas. Y es que, según declaró ayer, le gusta lo que él llamó «the north of Spain».

Cuestionado sobre el público con el que esperaba encontrarse en el concierto vespertino, «no tan loco como el de México», replicó, para esperar que no haya cambiado mucho. «Lo espero entusiasta, aunque la época de los gritos en cuanto aparecíamos en escena haya quedado atrás», bromeó.

Tras la rueda de prensa, y después de atender a los fans que buscaban fotos y autógrafos, Burdon revisó en persona el auditorio de la sala, en plena ebullición de técnicos que preparaban al detalle un directo con todo el aforo cubierto. A. B.

NUEVO TRABAJO

Burdon prepara un nuevo proyecto discográfico para principios de 2012, grabado en diversos emplazamientos. «Tras muchos años con el mismo sonido, era el momento. Marcará un cambio».

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