La destrucción de una central eléctrica hace tambalear la economía y política de Chipre
Chipre se enfrenta a una de sus peores crisis económica y política tras la destrucción de una central eléctrica, que deja al país al borde del rescate financiero. A la vez, el presidente, Demetris Christofias, intenta mantener un gobierno que sus ministros van abandonando.
Charlie CHARALAMBOUS |
Cuando las sirenas sonaron al amanecer del miércoles en Chipre, no sólo recordaron a los chipriotas griegos la invasión turca del 20 de julio de 1974, sino también que el país se encuentra al borde de una grave crisis política y económica.
El presidente, Demetris Christofias, está luchando para que su gobierno no se rompa como consecuencia de la explosión del 11 de julio de un cargamento de armas en un barco, que dejó 13 muertos y destruyó la principal central eléctrica en el país.
Los Ministros de Defensa y Asuntos Exteriores ya han dimitido, y un partido minoritario en el gobierno ha amenazado con retirarse, mientras que miles de personas se manifiestan todas las noches a las puertas del palacio presidencial en Nicosia para protestar por la incompetencia del Ejecutivo.
El dolor y la ira de la explosión del «Lunes Negro», coincidió con la conmemoración de la invasión de 1974, que condujo a la partición de la isla en dos zonas, griega al sur, dentro de la Unión Europa, y el norte de Turquía, reconocida sólo por Ankara. «Estamos todos conmocionados por la pérdida de 13 personas que dieron su vida durante el ejercicio de sus funciones», afirmó Christofias, en una ceremonia para conmemorar el aniversario en la noche del martes, cuando la policía antidisturbios impidió los manifestantes se acercaran a las puertas del palacio.
La crisis llega a mitad del mandato de Christofias, cuya popularidad y credibilidad está seriamente desgastada. Ahora es un presidente empequeñecido, que intenta a flote una economía amenazada por los cortes de energía que sufre la población y por las delicadas negociaciones de paz con el norte. «Hay una enorme presión popular para que renuncie», explica el analista Sofronis Sofroniou. «Su posición es insostenible. Incluso si encuentra una solución a la cuestión de Chipre, no será capaz de venderla», añade.
Las negociaciones reiniciadas bao los auspicios de la ONU en 2008 hasta la fecha no han permitido ningún progreso tangible, y la comunidad internacional está perdiendo la paciencia. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha demandado a los chipriotas griegos y turcos avances significativos con la esperanza de encontrar una solución que se apruebe en un doble referéndum antes de que Chipre ostente la presidencia rotativa de la UE en julio de 2012.
Rechazo a la importación
Apoyado por los comunistas, Christofias fue llevado al poder por una ola de popularidad y la promesa de reunificar la isla. Sin embargo, desde el 11 de julio un viento de rebelión sopla en Chipre con las mayores manifestaciones que el país ha conocido. «El gobierno nos ha llevado 100 años atrás», protesta el dueño de una tienda equipada con una linterna para mostrar los productos a sus clientes.
Y la decisión de importar del norte la electricidad que falta desde la destrucción de la planta no ha sido del agrado de todos los chipriotas griegos.
El arzobispo Crisóstomo II, líder de la poderosa Iglesia Ortodoxa de Chipre, dijo que prefería «la luz de la linterna» a aceptar la energía del norte.
Para el enviado de la ONU, Alexander Downer, sin embargo, se trata de una forma de cooperación que podría impulsar la confianza. «Esperamos que todos los habitantes de Chipre comprendan el mensaje positivo de esta iniciativa», afirmó.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió ayer durante una visita al norte de Chipre ocupado una solución a la división de la isla antes del final del año, diciendo que las negociaciones en curso «no puede durar para siempre.». «Creemos firmemente en los objetivos de paz, pero ya es suficiente», dijo en un discurso en la parte norte de Nicosia, con motivo del 37 aniversario de la intervención ejército turco que condujo a la partición de la isla. Erdogan añadió que si no se alcanza antes una solución, Turquía congelará sus relaciones con la UE durante la presidencia de turno chipriota (julio a diciembre de 2012). GARA
«Creo que la economía está en estado de emergencia, comparable al de 1974», opina el gobernador del banco central chipriota, Athanasios Orfanides, que reclama medidas dacronianas de ajuste.
La reconstrucción de la planta, que genera el 60% de la electricidad en la isla, y las importaciones de energía van a costar más de mil millones de euros. El aumento del déficit puede abocar a Chipre a un rescate.