Los líderes de los estados de la Unión Europea se reunirán hoy en Bruselas para tratar el rescate de Grecia. Tres horas antes de la cumbre han convocado la reunión, que estaba prevista para ayer, los altos cargos de los ministerios de economía. Según Europa Press, este retraso «parece indicar que los expertos necesitan más tiempo para encontrar un acuerdo». Intentarán acercar posturas sobre la crisis griega y acordar las posibles medidas para evitar el posible contagio para después presentarlo en la cumbre.

Ayer fueron varios los líderes y representantes de la UE que hablaron respecto a la crisis de la deuda. José Manuel Durao Barroso, presidente de la CE declaró que «la situación es muy grave» y que de no haber una respuesta «las consecuencias se sentirán en todos los rincones de Europa y más allá».

El ministro de Economía del Estado francés, François Baroin situó como imprescindible que de la reunión salga un acuerdo para rebajar los altos intereses y plazos de vencimiento de la deuda griega y se opuso a las medidas que impliquen la declaración de impago. En declaraciones para «France Info», Baroin indicó que «este encuentro debería permitirnos adoptar un paso para fijar las condiciones de un nuevo paquete de ayudas». Alain Juppé, ministro de Asuntos Exteriores del Estado francés, se mostró optimista. Declaró que «el hundimiento del euro significaría el hundimiento de la construcción europea» y según remarcó la agencia Efe «se mostró convencido de que ningún responsable europeo está dispuesto a que eso ocurra». A pesar de todo «tenemos una elección histórica y si volvemos atrás será un desastre» añadió Juppé.

Mientras tanto Irlanda y el Estado Estado español se mostraron confiados ante las decisiones que se puedan tomar hoy. El primer ministro irlandés subrayó que ya «no se pueden dejar las cosas para más adelante» aunque «la crisis no se resolverá de la noche a la mañana».

La vicepresidenta económica del Estado español, Elena Salgado, aseguró que la intervención del sector privado «tiene efectos secundarios indeseados» por lo que rechazó el planteamento inicial de Alemania.

Angela Merkel y Nicolas Sarkozy se reunieron ayer «en medio de fuertes presiones en busca de una solución» según afirmó la agencia Efe.