Serbia da un paso más hacia la UE con la detención de Hadzic
El último prófugo serbio reclamado por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) por su papel en los crímenes cometidos durante la guerra de Croacia (1991-1995), el serbocroata Goran Hadzic, fue detenido ayer por las autoridades de Belgrado en la región de Voivodina, donde hace dos meses arrestaron el líder serbobosnio Ratko Mladic. Serbia da así un importante paso hacia la UE.
GARA |
Goran Hadzic, el último prófugo acusado de crímenes de guerra por el TPIY que todavía seguía en libertad tras el arresto de Ratko Mladic, fue detenido poco antes de las 8.30 en Krusedol, en la región de Voivodina, un enclave autónomo fronterizo con Rumanía y de mayoría húngara, que se ha convertido en refugio de criminales de guerra serbios. Su detención cierra la lista de los 161 serbios reclamados por el TPIY.
El presidente serbio, Boris Tadic, dijo que «así, Serbia cierra el capítulo más difícil en la cooperación con el Tribunal de La Haya y seguirá cumpliendo sus obligaciones internacionales».
El arresto de Hadzic y Mladic era una de las condiciones de la UE para el acercamiento de Serbia al bloque. Belgrado, que no dudará en resaltar que ha detenido a los 44 inculpados que reclamaba el TPIY para promover sus aspitaciones europeas, espera obtener este año el estatus de candidato a la adhesión.
Aunque los 27 miembros del bloque europeo piden a Belgrado avances en el diálogo entablado con Kosovo y la adopción de varias leyes, Serbia tiene motivos para ser optimista. Bruselas calificó ayer la captura de «paso importante» hacia la adhesión.
La detención se produjo cerca de Krusedol, donde se encuentran el monasterio ortodoxo del mismo nombre, célebre por sus pinturas murales, y un cuartel del Ejército. Medios locales habían especulado el domingo con que Hadzic, de 52 años, había sido detenido precisamente en esa zona, pero la Fiscalía de Crímenes de Guerra lo había negado.
El fiscal especial y coordinador de un equipo de acción del Gobierno encargado de la captura de los acusados por el TPIY, Vladimir Vukcevic, explicó que en el momento de su arresto Hadzic llevaba documentación falsa e iba armado, aunque no se resistió. Según dijo, fue difícil reconocerle ya que llevaba barba y bigote de dos o tres días y antes de desaparecer en 2004 de su vivienda de Novi Sad, el mismo día en que Serbia recibió del TPIY la orden de arresto, era conocido por su espesa barba.
Hadzic fue arrestado en un bosque de Fruska Gora cuando se reunía con un «contacto» que le entregó dinero y que también fue detenido.
Vukcevic declaró que Hadzic mantenía contacto con un grupo reducido de personas, entre ellas varios curas ortodoxos, y relató que un paso crucial en su búsqueda y captura fue un intento de venta de un óleo de gran valor del pintor italiano Amadeo Modigliani, destinado a apoyar financieramente al prófugo. Los preparativos de la venta fueron detectados en diciembre por la Policía.
Según Vukcevic, colaboradores de Hadzic le mandaron en los últimos días mensajes clandestinos a través de los medios de comunicación advirtiendo de que se preparaba su captura, por lo que el prófugo aplazó un día su reunión con el «contacto» en el bosque de Frusca Gora.
La matanza de Vukovar
El TPIY acusa a Goran Hadzic, presidente en 1992 y 1993 de la autoproclamada República Serbia de Krajina de 14 cargos, entre los que figuran crímenes de guerra y contra la humanidad, por la expulsión de la población croata y no serbia de ese enclave de Croacia, asesinatos, torturas y tratamiento inhumano durante la guerra (1991-1995).
Su nombre salió a relucir en la matanza del hospital de Vukovar, en noviembre de 1991, en la que las fuerzas serbias ejecutaron, tras someter a tortura, a 264 civiles croatas y no serbios, que se habían refugiado en él.
Ayer mismo, Hadzic compareció ante el Tribunal Especial serbio para crímenes de guerra, que dio el visto bueno a su extradición a La Haya y un fijo un plazo de tres días para apelar. Su abogado, Toma Fila, anunció que no apelará, por lo que podría ser entregado el sábado.
Familiares de los 2.000 croatas que todavía cuentan como desaparecidos en la guerra esperan que Hadzic ofrezca información para encontrar las fosas en las que están enterrados. Las autoridades croatas se congratularon por esta detención.