George Hincapie comenzó el Tour en el Vendée como segundo corredor que corría dieciséis al igualar el récord de Zoetemelk y lo acabó ayer en París como el primero que entra nueve veces en los Campos Elíseos como integrante del equipo del maillot amarillo tras acompañar siete años a Lance Armstrong (1999-2005), una a Contador (2007) y ayer a Cadel Evans.

Está llamado a establecer unos records inalcanzables porque, según señala a GARA, «me encuentro mejor que nunca y el año que viene espero estar aquí y seguro que es un récord que sería difícil de batir». Si ya es complicado ser diecisiete temporadas profesional, mucho más disputar diecisiete Tours.

Y eso que el listón que colocó Joop Zoetemelk parecía inalcanzable. El holandés disputó y acabó dieciséis Tours, ganó el del 80 y fue segundo en seis ocasiones. Zoetemelk pasó tarde a profesionales, con 23 años, fue profesional durante 18 y se retiró cuando iba a cumplir 41 tras ganar la Amstel Gold Race en 1987.

Debutó en el Tour con un segundo puesto en la general final en su primera temporada como profesional en 1970 y desde entonces hasta 1986 sólo faltó a la prueba en 1974, cuando estuvo a punto de acabar su carrera deportiva tras sufrir una fractura de cráneo al chocar con un coche en la Midi Libre. Tampoco lo corrió en su último año profesional. En 11 de sus 16 Tours acabó entre los cinco primeros. Su peor puesto fue el 30.

El Tour le ha dado todo

Hincapie cumplió el 29 de junio 38 años y lleva 18 temporadas de profesional y desde 1996 es fijo en el Tour. El primero fue el único que no pudo acabar tras sufrir una caída que le hizo dejar la carrera en la decimoquinta etapa con la cabeza llena de puntos de sutura. En ese momento ni se podía imaginar que esa carrera que le marcó la cabeza le iba a ganar el corazón.

En todos los demás ha terminado. A diferencia de Zoetemelk, se ha caracterizado por trabajar para sus líderes y a pesar de ello fue capaz en 2005 de ganar una etapa en Sant Lary, con polémica con Óscar Pereiro, y acabó decimocuarto en París. Pero quizás el día más especial fue el que lució el maillot amarillo el 3 de julio de 2006.

El ciclista de origen colombiano ha estado abrumado todo el Tour con las preguntas sobre su récord de participaciones y en sus respuestas ha destacado que es la carrera que se lo ha dado todo como ciclista y como persona, ya que al acabar la edición de 2003 conoció en París a su mujer Melanie, con la que se casó y ha tenido dos hijos.

El norteamericano del BMC destaca que «no es fácil correr tantos Tours porque el ciclismo es muy duro. Es uno de los deportes más difíciles y duros que hay y estoy muy contento de poder hacer 16 Tours, es algo de lo que me siento orgulloso por poder hacerlo. En las carreras grandes cuando tengo motivación, tengo la fuerza y para mí el Tour es la más grande».

Hincapie debutó en profesionales en el Motorola de la mano de Jim Ochowicz, con el que ahora ha vuelto a coincidir en el BMC. Es su segunda temporada en el equipo de Evans, a donde llegó procedente del High Road-Columbia (2008-09). Siempre ha estado en equipos estadounidenses -en la estructura de Motorola, US Postal y Discovery estuvo desde 1994 hasta el 2007- y su longevidad radica en que ha sabido dosificarse. Sus temporadas se han centrado en preparar las clásicas del Norte, París Roubaix y Tour de Flandes, y el Tour. En las primeras ha buscado su lucimiento personal y en julio apoya a sus líderes.

Un calendario muy reducido

En el resto de pruebas duras apenas se le ha visto. Sólo ha disputado dos Vueltas y un Giro y abandonó en dos de las tres. En los últimos años, al margen del Tour sólo ha disputado tres vueltas: Tirreno, California y Suiza. En 2010 corrió esas tres y el Down Under. En 2009 las tres fijas y el Bayer Rundhart.

Esa es la forma de aguantar en el pelotón tantos años y de momento no piensa en la retirada. No en vano, durante este Tour ha sido el mejor apoyo de Evans en el llano, gracias a él ha evitado las caídas, e incluso le preparó el terreno en su victoria en el Muro de Bretaña y en el segundo puesto de la primera etapa.

De Cadel Evans, George Hincapie destaca que «ha alcanzado el mayor nivel que ha tenido nunca y nuestro trabajo ha consistido en apoyarle en las primeras semanas y esperar que respondiera en la alta montaña como lo ha hecho. Ha estado muy fuerte todo el Tour».

A diferencia de la era Armstrong, cuando controlaban el pelotón todo el Tour, han tenido la suerte de coger el maillot el último día, un paseo que terminó con un abrazo emotivo de Hincapie con Evans. Era el noveno con un ganador en París.