Breivik tenía planes concretos para colocar bombas en más edificios
El ultraderechista Anders Behring Breivik tenía planes concretos para llevar a cabo más atentados, como la colocación de bombas en otros dos edificios, según informó su abogado. Mientras, la capital noruega recordó con flores y emoción a las 77 víctimas.
GARA | OSLO
El autor confeso del doble atentado de Noruega, Anders Behring Breivik, tenía planes que iban más allá de los ataques perpetrados contra el distrito gubernamental de Oslo y la isla de Utøya, según confirmó su abogado, Geir Lippestad, al diario “Aftenposten”. «Ese viernes tenía todavía más planes de diversas dimensiones, igual de concretos» que los de la bomba en el barrio gubernamental y la matanza en la isla. Entre ellos, el abogado apuntó a bombas en otros dos edificios. Añadió que ese día «todo se desarrolló de forma algo diferente a lo que había imaginado». En tanto, el ultraderechista próximo a fundamentalistas cristianos e islamófobo fue interrogado ayer de nuevo por la Policía.
La instrucción de su proceso se prevé compleja y el objetivo de la Fiscalía es que responda por cada una de sus víctimas. Al identificarlas, la Policía ofreció la cifra de 77 fallecidos, uno más de los contabilizados hasta ayer.
Los servicios de investigación no elevarán el nivel de alerta, al juzgar poco probable que se repitan ataques similares.
Ultraderecha en Europa
A la vez que se conocen detalles sobre la matanza, la preocupación por las redes de ultraderecha parece despertar en los gobiernos europeos. Ernst Uhrlau, presidente del Servicio de información Federal, aseguró que no existe una red internacional de extrema derecha. «No tenemos indicios de que se desarrolle un movimiento militante que sobrepase las fronteras o incluso un terrorismo de extrema derecha internacional», declaró.
Sin embargo, el ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich, no excluyó que pueda cometerse en Alemania un acto inspirado por Noruega.
Anders Behring Breivik, autor de la matanza, dice estar en guerra contra la islamización de Europa y reivindica sus lazos con la extrema derecha.
Mientras tanto, Oslo sigue recordando con emoción a las víctimas y la capital noruega se cubrió ayer de nuevo de flores, con la catedral como epicentro de un dolor compartido, pero también con ofrendas florales espontáneas en centenares de puntos de la ciudad.
El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, calificó de «atentado contra la democracia» el doble ataque y afirmó que su país responderá con «amor» y «compasión» a esta tragedia nacional.
