Ya está todo listo para que la XXXI edición de la Clásica Donostia-Donostia eche a andar. Lo más granado del pelotón internacional medirá sus fuerzas en la primera prueba importante después del fin del último Tour, en un recorrido de 234 kilómetros y seis puertos de montaña, y que tiene en el murciano de Rabobank Luis León Sánchez su último vencedor.

No obstante, no es el hombre de Mula quien más boletos tiene para imponerse en el Boulevard donostiarra, sino el valón del Omega Pharma-Lotto Philippe Gilbert, auténtico dominador de las pruebas de un día en esta temporada. Asimismo, hombres de la talla de Óscar Freire, Samuel Sánchez, Damiano Cunego, Joaquim Rodríguez, Ivan Basso o Frank Schleck tratarán de hacer brillar la estrella de su nombre en una carrera que repite el recorrido de la pasada edición, una de las más emocionantes de los últimos tiempos, en el que se introdujo la novedad de la doble ascensión de Jaizkibel y la inclusión, también por partida doble, por el alto de Arkale.

Quien no participará en la Clásica Donostia es el segundo clasificado de los últimos Tours, el luxemburgués Andy Schleck. El pequeño de la saga de los Schleck iba a ejercer de jefe de filas del conjunto Leopard, pero causa baja de última hora, de modo que no estará en la salida de esta mañana, fechada para las 11.00. Esta ausencia, junto a la de Cadel Evans, supone que los dos principales protagonistas del Tour no dejarán su clase en las carreteras guipuzcoanas, de modo que tendrán que ser otros los llamados a brillar.

Según las palabras del vigente vencedor de la Clásica, son Philippe Gilbert y Samuel Sánchez los dos principales favoritos. «Hasta que no estás en plena carrera no sabes si vas a estar mejor o peor, pero el problema que yo veo que es hay dos corredores, Philippe Gilbert y Samuel Sánchez, que han terminado el Tour que se salen y el recorrido les va muy bien. Hay que intentar estar delante o ver cómo se puede plantear la carrera».

Sprint reducido en la meta

La prueba tendrá la salida neutralizada desde Donostia hacia las 11.10, y tendrá una larga primera parte «sencilla» donde los ciclistas pasarán los altos de Orio y Garate. La prueba recorrerá las carreteras guipuzcoanas en un terreno de continuas subidas y bajadas, ideales para que surjan las escapadas hasta la llegada del tramo final, donde se acometerá la doble subida a Jaizkibel y Arkale, y tramo donde se ha de decidir la prueba.

En este sentido, Joaquim Rodríguez apuntaba que la longitud de la prueba hará aún más duro el tramo final. «Después de 200 kilómetros, termina por hacerse «pelota» en esas subidas. Aun así, está todo muy igualado y es muy complicado que alguien se presente en solitario en el Boulevard. El año pasado llegaban a la meta grupos de tres o cuatro corredores. Lo normal es que llegue un grupo y se lo jueguen en un sprint».

Luis León Sánchez coincidía con las aseveraciones del corredor del Katusha. «Toda la parte final es complicada. Llegar con Samuel y con Gilbert es un riesgo, por lo que habrá gente que atacará. Lo normal es que llegue un grupo no muy grande que se juegue el triunfo».

Por último cabe recordar que hace ya 21 años del último vencedor vasco de la Clasica Donostia. Habrá que ver si Miguel Indurain tiene al fin un sucesor.