Ocalan advierte que romperá el diálogo con el Gobierno «intransigente» de Turquía
Abdullah Ocalan ha advertido de que romperá el diálogo con Ankara si no se le garantiza «su seguridad, su salud y un espacio de libertad» al considerar que en las condiciones actuales no puede haber conversaciones.
GARA | ANKARA
El líder kurdo, Abdullah Ocalan, encarcelado a perpetuidad en la isla-prisión de Imrali, anunció ayer su intención de dar por finalizado su diálogo con el Gobierno de Turquía, al que acusó de «intransigencia» en relación al conflicto kurdo, y reclamó «un espacio de libertad», informó ayer la agencia Firat.
«Lo que tenía que hacer se ha terminado. No haré nada sin que se me asegure mi seguridad, mi salud y un espacio de libertad», indicó el líder kurdo, que en enero de 2010 delegó el liderazgo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la dirección de la organización guerrillera debido a las condiciones de aislamiento extremo que padece en prisión.
No es la primera vez que Ocalan, encarcelado desde 1999, anuncia que va a poner fin a sus esfuerzos en el proceso de diálogo con el Gobierno. Sin embargo, en opinión de observadores a los que hace referencia AFP, en esta ocasión parece más decidido y acusa también a los combatientes kurdos.
«Ambas partes (Gobierno turco y PKK) se sirven de mí para sus propios intereses. Pongo fin a este papel de intermediario (...) No puede haber conversaciones de paz en las condiciones actuales», subrayó Ocalan, que no precisa cuándo se romperá el contacto con Ankara.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, lanzó en 2009 lanzó una nueva iniciativa que pretendía resolver el conflicto kurdo. Las autoridades implicaron a Ocalan en este proceso -en el que hasta el momento no se había dado avances- a través de sus abogados o mediante el contacto directo con los responsables de seguridad.
El miércoles, de vuelta de un viaje a Azerbaiyán, Erdogan mencionó «disensiones» en el seno de la dirección del PKK y aseguró que Ocalan no tenía ya control total sobre sus integrantes.
Los enfrentamientos en Kurdistán Norte han aumentado desde las últimas elecciones parlamentarias de junio. El pasado 16 de julio murieron de trece soldados y siete guerrilleros en combates. Y cuatro soldados más los días siguientes.
Ese incidente, el más mortífero para el Ejército turco desde octubre de 2008, generó gran inquietud y Erdogan amenazó con que el Ejército turco hará pagar «un alto precio» por él a los combatientes kurdos.
La práctica totalidad de la cúpula del Ejército turco dimitió ayer por sus desavenencias con el Gobierno de Recep Tayip Erdogan y pidió su paso a la jubilación, según informó CNN Turk. Esta dimisión colectiva implica al jefe del Estado Mayor, Isik Kosaner, y a los comandantes del Ejército de Tierra, Erdal Ceylanoglu, de las Fuerzas Navales, Esref Ugur Yigit, y de las Fuerzas Aéreas, Hasan Aksay. El único de la cúpula militar que no renunció fue el comandante de la Gendarmería, Necdet Ozel, un cuerpo policial de vigilancia rural que depende del Ejército y está al mismo nivel que sus pares de Tierra, Mar y Aire, que fue nombrado ayer nuevo jefe del Estado Mayor.
La dimisión se produce a dos días de la celebración de la reunión del Consejo Supremo Militar, en el que se deben decidir las promociones de los oficiales del Ejército.
El Gobierno, según ha publicado la prensa turca recientemente, quiere que 17 altos cargos del Ejército imputados en una supuesta trama golpista pasen a la reserva en lugar de ser promocionados. GARA
