Israel eleva la tensión militar y veta una reunión secreta de Abbas y Peres
El Ejército israelí actuó ayer en dos frentes. Por una parte, protagonizó un tiroteo con uniformados libaneses en la frontera del país vecino. Por la otra, irrumpió en el campo de refugiados de Qalandia matando a dos palestinos e hiriendo a otros 15. A un mes de la comparecencia de la Autoridad Palestina en la ONU, Mahmud Abbas recibió un nuevo portazo a sus ansias negociadoras: Netanyahu impidió un encuentro secreto entre el líder de la AP y Simón Peres, presidente hebreo.
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El Estado israelí ha elevado la tensión militar con Líbano y en el interior de los territorios ocupados. Durante la jornada de ayer, soldados sionistas realizaron disparos contra uniformados libaneses que se encontraban al otro lado de la frontera. Al mismo tiempo, una incursión del Tsahal (Ejército israelí) en el campo de refugiados de Qalandia (en el centro de Cisjordania, junto al checkpoint que comunica Ramallah con Jerusalén) terminó con dos palestinos muertos y 15 heridos.
Este incremento de la apuesta militar llega el día en el que el diario israelí «Maariv» hizo público que el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, frustró un encuentro que iban a mantener su propio presidente, Simon Peres, y el líder de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, con el objetivo de explorar las posibilidades de retomar el diálogo directo, roto desde hace casi un año tras la negativa de Tel Aviv a paralizar la construcción de colonias.
El intercambio de disparos entre militares israelíes y libaneses se produjo a primera hora de ayer. Ninguno se responsabiliza de apretar primero el gatillo y tampoco se han reconocido heridos, después de que Beirut desmintiese que uno de sus uniformados resultase alcanzado por un proyectil. El alto mando libanés indicó en un comunicado que «una patrulla de 15 miembros del Ejército enemigo (Israel) atravesó el río Wazani, violando la línea técnica de 70 metros, y las Fuerzas Armadas libanesas le hicieron frente». Hizbulah, la milicia chií, condenó el ataque, mientras que Netanyahu defendió la actuación de sus soldados. Ante este nuevo incidente, la UNIFIL, la misión de Naciones Unidas desplegada en la zona se ha declarado en «alerta» y ha anunciado que abrirá una investigación.
La de Líbano no fue la única acción militar desarrollada en la noche del domingo por Tel Aviv. Una redada tildada de «rutinaria» por un portavoz del Ejército sionista terminó con dos palestinos muertos y 15 heridos en el campo de refugiados de Qalandia, cerca de Ramallah. El presidente de la AP, Mahmud Abbas, condenó los asesinatos por boca de su portavoz, Nabil Abu Rudeina, y los calificó de «intento israelí por crear una atmósfera de escalada violenta en la región antes de que los palestinos vayan a la ONU».
La cuenta atrás para que los líderes de la AP vayan a la asamblea general se ha iniciado. Pero esto no ha restado impulso a la insistencia negociadora de Abbas, que ha recibido un nuevo portazo. Según publicaba ayer el diario «Maariv», citado por Efe, Netanyahu frustró en el último momento una reunión secreta que iban a celebrar en Amman (Jordania) el mandatario de Ramallah y Simon Peres. El encuentro estaba previso para el pasado 28 de julio y se suponía que el presidente israelí tenía permiso para realizar propuestas concretas. No fue así. Después de tres horas de conversación entre ambos líderes, un asesor de Peres comunició a Abbas que no se sentarían juntos.
Un tribunal israelí decidió ayer extraditar a Bosnia a un inmigrante serbobosnio acusado de genocidio por su participación en la matanza de Srebrenica, ocurrida en 1995. Aleksandar Cvetkovic, que vive en Israel desde 2006, fue detenido en enero tras emitirse una orden de arresto internacional después de que un testigo asegurase que participó en el asesinato de 8.000 musulmanes en la localidad de Srebrenica.
Cvetkovic asegura que era conductor del Ejército cuando los serbios tomaron Srebrenica en la guerra de los Balcanes y que es inocente.
El acusado tiene 30 días para recurrir la decisión ante al Tribunal Supremo de Israel, cuya decisión final podría retrasarse varios meses. «Uno de nuestros principales argumentos es que no se ha podido determinar el intento de genocidio», señaló Nick Kaufman, uno de sus abogados. «Tenemos que estudiar la decisión del juez y ver si se puede justificar la presentación de una apelación», añadió el letrado.
La Fiscalía General de Bosnia asegura que otro soldado serbio le señala como supuesto autor del tiroteo que acabó con un grupo de musulmanes en Srebrenica. Según las declaraciones a las que ha tenido acceso el tribunal israelí, Cvetkovic «dijo que la ejecución iba muy lenta y que deberían empezar a utilizar la ametralladora M-84».
Cvetkovic, que tiene nacionalidad israelí gracias a su boda con una mujer judía, con la que tiene varios hijos, sería extraditado a un tribunal de Sarajevo formado en 2005 para descargar de trabajo al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, con sede en La Haya. GARA
