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Lecciones del partido contra el Catania

Adiós a los «melonazos» y saludos al «tiki-taka»

Llegó Marcelo Bielsa y mandó a parar. Eso parece desprenderse de lo visto contra el Catania. Se acabó el «a mi que los arrollo» de Belauste en versión Llorente. Quiere presión, control y toque, pero el Athletic no es el Barça.

AMOREBIETA 1

ATHLETIC 2

Joseba VIVANCO

Los aficionados rojiblancos ya saben a qué quiere jugar el Athletic de la era Bielsa. Lo pudieron ver en directo el domingo en Lasesarre unos cientos y por televisión muchos buenos miles más, ávidos ya de comprobar en qué se traduce todo eso que han leído y oído del rosarino durante semanas. Se puede decir que lo preciado contra el Catania se ajusta a lo que la hinchada verá el próximo 18 de agosto, estreno oficial de su andadura por una Europa League que este viernes sortea su primer rival. Y es también lo que se espera sea el nuevo gure estiloa futbolístico.

Más allá de diseños tácticos -del paso del 4-4-2 de Caparrós al 4-3-3 y sus variantes de Bielsa- el domingo se apreciaron detalles de relevancia desconocidos en los últimos tiempos entre los leones. Presión arriba y una particular invitación al tiqui-taca, con los jugadores ofreciéndose continuamente, fueron las principales novedades, traducidas en una mayor posesión del balón y ese intento de jugar el mayor tiempo posible en el campo del contrario.

Una apuesta cuyos riesgos más evidentes también se evidenciaron y que equipo y afición deben asumir como inherentes a esta filosofía de juego que El Loco quiere trazar.

Peligros como cuando en ese control de balón y toque-toque, el pase al compañero no se afina bien o cuando el control del destinatario no es el idóneo; el Athletic no es el Barça, ojo. Ahí, como se vio, cuando en la medular o línea de tres cuartos se pierde el balón el equipo sufre y mucho, sobre todo la zaga, que debe andar listísima y expeditiva, algo de lo que el domingo adoleció. Es más, en la primera mitad el Catania contó con tres libres directos al borde del área, una concesión difícil de asumir, y tanto San José como Amorebieta rozaron la doble amarilla.

Mucho le queda también a Bielsa en el trabajo de coordinación de esa presión arriba, que por momentos se hizo bien, pero que si se deja llevar por la falta de sincronía puede resultar fatal ante rivales con contras de vértigo, pensando en el primer test liguero, por ejemplo.

Llorente, sin balones a la cabeza

Otro detalle plausible es que se acabaron los «melonazos» desde la retaguardia a la testa de Llorente, incluidos los estratosféricos de Amorebieta, que cuando el domingo conducía el balón desde atrás parecía hasta incómodo buscando un pase en corto o por la hierba. Hasta Gorka Iraizoz ha dejado de rifar la pelota a la mínima presión, y ahora trata de jugarla al estilo Valdés, aunque, por lo que se vio, con más parecido a Pinto; que se vaya acostumbrando San Mamés a resoplar. Como dijo Brian Clough, mister del Nottingham Forest, «si Dios hubiera querido que jugáramos en el cielo, habría puesto hierba allí».

Pudimos ver también a un Andoni Iraola que esta temporada puede dar la razón a quienes insisten es que es más un interior que un lateral y que puede consagrarse a estas alturas de su trayectoria. Partidazo el suyo. En el otro costado, Castillo también tiene llegada, la que quiere Bielsa, pero sus centros dejan mucho que desear. Veremos qué planes hay para Jon Aurtenetxe.

Centros al área que el domingo se enviaron con cuentagotas. Llorente se cansó de esperar el otrora bombardeo habitual de cada partido -líderes la pasada campaña con más de 1.100 balones colgados-; los interiores o laterales llegaban al fondo, pero reculaban atrás o intentaban jugada. Tanto lo echó en falta que apenas tocó bola. Y la que le llegó bien, no la metió. Eso sí, a falta de que se vaciara Toquero, al riojano le tocó presionar arriba, de banda a banda, y bregar así para un campeón del mundo e icono mediático de la prensa deportiva debe ser asumido con humildad. Está por ver el papel que jugará este año el más querido por la grada, el gasteiztarra, que el domingo corrió y corrió, más como pollo sin cabeza.

Nombres propios

Ander Herrera estrenó casillero y parece llamado a manejar la batuta de este ilusionado e ilusionante equipo -la incertidumbre se cierne sobre Pablo Orbaiz en su última temporada-; Muniain sigue siendo de lejos el jugador con más inventiva y si lo traduce en el campo puede ser el nuevo `Pedrito' de Del Bosque en la Euro 2012; Susaeta ha decidido de nuevo enfrentarse a los defensas cara a cara; y Javi Martínez debe dar otro paso más en su proyección, bajo la duda de si lo suyo será cubrir las espaldas a sus compañeros o llegar al área y progresar como anotador.

Primera piedra de toque en serio y primeros detalles para el bloc de notas. El sábado, ante el Tottenham, a confirmar lo visto, con sus virtudes y riesgos.

Los azulones merecieron más ante los rojiblancos

Sólo Gurpegi, Iturraspe, Susaeta y Toquero -los que salieron en la segunda parte en Barakaldo- repitieron ayer tarde en el césped de Urritxe con respecto al equipo del domingo, en un encuentro contra el Amorebieta en el que Bielsa dio minutos e hizo probaturas, como con el de Andosilla de lateral, y desplegó sus 4-3-3 y 4-1-4-1. Los locales merecieron más. Y mientras unos juegan, Urko, Cerrajería, Balenziaga, Iñigo, Koikili y De Cerio siguen con sus entrenamientos en Lezama. Además, Amorebieta se suma a Ekiza y es baja por una rotura fibrilar. J.V.

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